Zombis en Star Wars: Mucho más que las tropas de la muerte

Como todos sabemos, el universo de Star Wars contiene una inmensa cantidad de historias de una variedad inimaginable. Al tratarse de una saga de fantasía, las de terror a menudo pasan desapercibidas entre los fans de la saga. Sin embargo, lo cierto es que en el universo expandido, especialmente en la continuidad de Legends, existen muchas historias de este género.

Uno de los elementos recurrentes de los relatos de terror son los zombis. Creados a través del poder del lado oscuro o mediante la bioingeniería, estos muertos vivientes han protagonizado algunas de las historias más escalofriantes de la saga, empezando por algunos arcos de The Clone Wars. No obstante, cuando hablamos de zombis en Star Wars el producto más popular es la novela Las tropas de la muerteAun así, los zombis tienen protagonismo en muchos más productos, como por ejemplo Cosecha Roja, la precuela de la novela anteriormente mencionada. Aprovechando que las historias de terror están de moda en esta época del año, en este artículo daremos un repaso a las apariciones de los zombis en Star Wars.

Los guardianes de Korriban

Aquellos intrépidos forasteros que en algún momento de sus vidas osaron poner un pie en el planeta natal de los sith tuvieron que enfrentarse unos guardianes de origen antinatural. Los zombis de Korriban fueron creados a través de la alquimia por el rey sith Daktha Graush. Dicho señor oscuro vivió aproximadamente unos 7000 años ABY, unos años antes de la llegada de los jedi oscuros a Korriban, y fue uno de los reyes sith más crueles jamás conocidos. Con la alquimia, fue capaz de convertir a sus víctimas en un ejército de muertos vivientes, el cual controlaba mediante un cristal bañado en el poder del lado oscuro.

Exar Kun se encuentra con los zombies de Korriban antes de su despertar. Relatos de los Jedi: Señores oscuros de los Sith.

Tras la muerte del rey, los espíritus de los zombis fueron capturados en el cristal y entraron en un estado de hibernación. Desde entonces, los muertos sirvieron como guardianes del Valle de los Señores Oscuros, despertados por los espíritus de los antiguos sith cuando un forastero llegaba al lugar. Las características de estos zombis y el estado de sus cuerpos eran variables en función de su especie original y del tipo de muerte que recibieron. Debido a la transformación, todos veían incrementada su fuerza y podían transmitir su condición a las víctimas de sus mordeduras. Su único punto débil era la cabeza, siendo la decapitación la forma más efectiva de detenerlos.

Pocas fueron las personas capaces de enfrentarse a estos zombis y vivir para contarlo. Una de ellas fue Exar Kun, quien sobrevivió al ataque de los zombis en su primer viaje a Korriban en busca del conocimiento prohibido. Anakin Skywalker y Obi-Wan Kenobi también tuvieron un encontronazo con ellos poco antes de las Guerras Clon cuando perseguían al criminal Granta Omega, en una historia narrada en la novela Jedi Quest: The Final Showdown.

Darth Scabrous y la búsqueda de la inmortalidad

Más de 4000 años ABY el Lord Sith Darth Drear fundó una academia en el mundo hostil de Odacer-Faustin. Dentro de las paredes de fortaleza, el Sith creyó haber encontrado la forma de reclamar la vida eterna. Para ello formuló un ritual que consistía en la administración, por vía intravenosa, de un elixir cuyo componente principal era una flor sensible a la Fuerza: la orquídea Murkhana. Esta pócima distaba mucho de ser el agua de la fuente de la juventud, pues poco después de la administración el cuerpo entraba en un fallo multiorgánico que provocaba la muerte del individuo. Sin embargo, la muerte no era más que un paso en la transformación del individuo en una máquina sedienta de sangre.

Antes de llegar al fallo inorgánico el infectado debía devorar el corazón arrancado de un Jedi vivo. De esta forma obtendría la infusión de midiclorianos necesaria para detener el proceso de descomposición y alcanzar la inmortalidad. Darth Drear fracasó en el intento, pero mil años después Darth Scabrous descubrió el ritual en su holocrón e intentó seguir sus pasos en el camino hacia la vida eterna.

Darth Scabrous, el líder de la academia de sith, en una imagen de The Essential Reader’s Companion.

Antes de administrarse el elixir, Scabrous lo probó con algunos de los estudiantes de la academia. En uno de esos ensayos fue atacado por el sujeto transformado y este escapó, propagando la plaga zombi por toda la academia. La enfermedad, que reunía la características típicas de una infección vírica, se transmitía mediante la mordedura de un infectado o simplemente mediante el contacto de la sangre infectada con una herida abierta en un individuo sano.

La aparición de los síntomas era prácticamente instantánea. La enfermedad atacaba las vías respiratorias, dejando a la víctima sin aire en una muerte lenta y dolorosa. Unos minutos después de la muerte clínica, la enfermedad atacaba cerebro y músculos, empezando a provocar espasmos por todo el cuerpo. Segundos después el cadáver volvía a levantarse, gozando de una fuerza y poder aumentados como consecuencia de un aumento en su nivel de midiclorianos. Una vez levantados, la enfermedad reclamaba sus almas y perdían cualquier tipo de rasgo emocional, pasando a ser movidos únicamente por su sed de sangre.

Es preciso mencionar que la enfermedad tenía conciencia colectiva, de forma que todos los zombis trabajaban en equipo para atacar a sus próximas víctimas movidos por un objetivo común: alimentarse de su carne y propagar la enfermedad. Una vez transformados, los cadáveres podían comunicarse entre ellos mediante chillidos escalofriantes. Además, los zombis tenían cierta capacidad de aprendizaje, de forma que con el paso del tiempo podían aprender a empuñar armas y a idear nuevas estrategias para acorralar a sus víctimas.

El alcance de la enfermedad era prácticamente ilimitado, por lo que podía afectar a alienígenas de cualquier especie, si bien los síntomas de la transformación variaban en función de su fisiología. No solo afectaba a especies inteligentes, criaturas semi-inteligentes como los tautaun también se veían transformados en zombis después de la mordedura.

Pese a la descomposición, el cuerpo de los zombis era inmortal, siendo capaces de sobrevivir prácticamente a cualquier lesión. La única forma de detenerles era mutilando el cuerpo lo suficiente como para no poder desplazarse. Apenas eran afectados por los grandes impactos y por las amputaciones. De hecho, cuando su cuerpo era decapitado podían seguir persiguiendo a sus víctimas y su cabeza también seguía en movimiento, siendo capaz de morder e infectar a la carne que se acercaba a sus fauces.

Pocos fueron los estudiantes capaces de sobrevivir a la enfermedad en Odacer-Faustin. Los pocos afortunados tuvieron que enfrentarse a la persecución de cientos de zombis en los oscuros pasillos de la academia. Una auténtica historia de terror narrada en la novela Cosecha Roja.

Las tropas de la muerte

Más de 3600 años después, el Imperio descubrió las ruinas de la academia de Odacer-Faustin. Los científicos imperiales pudieron aislar el virus causante de la enfermedad creada por Scabrous, al que le pusieron el nombre de Ala negra, y comenzaron a experimentar con la muestra. Varios bidones cargados con el patógeno fueron transportados en un destructor estelar, pero una fuga en uno de ellos provocó que rápidamente los miles de tripulantes de la nave se viesen infectados y, posteriormente, transformados en zombis.

– Según el sensor biológico, solo hay unas cuantas formas de  vida a bordo. Diez, quizá doce.

– ¿Diez o doce? Parece un problema de los sensores. Los destructores llevan una tripulación de diez mil, incluso más.

El alcaide Kloth y el capitán Sartoris

Los bioingenieros del grupo de bioarmas imperiales realizaron algunas modificaciones en la naturaleza del virus. En esencia, los síntomas y sus consecuencias eran los mismos, aunque el tiempo de inducción de la transformación tenía efecto más retardado. A diferencia de la anterior, la nueva cepa también era capaz de transmitirse mediante aerosoles, lo cual favoreció su rápida propagación. Cabe destacar que una pequeña parte de individuos era inmune al contagio por vía respiratoria y algunos de los supervivientes fueron capaces de crear un antivirus gracias a ello. Sin embargo, era imposible impedir su efecto si el contagio se daba a través de la mordedura de un infectado.

Soldados de asalto transformados en zombies. Imagen de Jeffery Carlisle para la Star Wars Celebration de 2012.

Con casi toda la tripulación infectada, el destructor estelar acabó a la deriva. Unas semanas después la barcaza imperial Purga, una nave que trasportaba a algunos de los presos más peligrosos de la galaxia, atracó en el destructor en busca de suministros. El equipo de exploración que entró en el destructor resultó contagiado con la enfermedad, que rápidamente se extendió por toda la barcaza. De la transformación solo se salvaron aquellos afortunados inmunes al aerosol y los dos presos del área de aislamiento: Han Solo y Chewbacca. Los pocos supervivientes tuvieron que trabajar juntos para encontrar la forma de escapar de los miles de zombis que los persiguieron por el destructor estelar. El desenlace de esta aterradora historia lo podréis encontrar en la novela Las tropas de la muerte.

Los zombis geonosianos

Oí historias sobre una mente colmena tan poderosa y fuerte, que podía mantenerse conectada a sus guerreros incluso estando muertos.

Obi-Wan Kenobi

Tras la Segunda Batalla de Geonosis la maestra Jedi Luminara Unduli persiguió al archiduque Poggle el Menor hasta el Templo de Progate. Tras adentrarse en las catacumbas, la miralana y sus tropas fueron atacados por una amenaza de tintes antinaturales: zombis geonosianos.

Los disparos de bláster y las mutilaciones no eran armas efectivas frente a los zombies geonosianos.

El estado de estos zombis estaba provocado por unos gusanos salidos de unos huevos puestos por la reina geonosiana. Los parásitos entraban en los cadáveres por los orificios nasales y colonizaban el cerebro de sus víctimas, de forma que sus huéspedes se convertían en zombis para poder seguir sirviendo a su reina tras su muerte. Cabe señalar que este control también podía afectar a los seres vivos, quienes tras ser atacados por el parásito caían bajo el control mental de la reina.

Barriss Offee fue una de los infectados por los gusanos de control mental.

A diferencia de los casos que hemos visto anteriormente, este estado solo podía ser causado por la invasión del parásito y no había otra forma de transmisión posible. Además, el estado de los zombis era reversible una vez se extraído el parásito del huésped, de forma que los seres vivos infectados podían recuperar el control de sí mismos sin consecuencias. Lo más efectivo para extraerlo era someter al infectado a bajas temperaturas dada su vulnerabilidad al frio.

Las Hermanas de la Noche y su Ejército de Muertos

Las Hermanas de la Noche también fueron capaces de crear sus propios zombis a través de su magia basada en el lado oscuro. Mediante el hechizo del cántico de resurrección, un chamán de las Hermanas de la Noche podía devolver a la vida a las hermanas muertas para que volviesen a servir al clan. La resurrección de los muertos no era un evento permanente y era revertido una vez se dejaba de entonar el hechizo. Al no ser una enfermedad, el estado de los zombis tampoco podía ser transmitido a otros individuos.

La Batalla de Dathomir: Las Hermanas de la Noche luchan junto a sus muertos para hacer frente a los droides.

Durante la Batalla de Dathomir, Daka, la anciana del clan, entonó el hechizo para crear el Ejército de Muertos y defender al clan del ataque del ejército droide.

El escuadrón perdido

Durante las Guerras Clon, un escuadrón de clones destinado a una misión de reconocimiento desapareció sin dejar rastro. El General Mace Windu acudió al punto de su última transmisión para seguir su rastro, un lugar que aparentemente era una ciudad fantasma. Una vez en la ciudad fue atacado por una legión de zombis, entre los que se encontraba el escuadrón perdido. Capturado, fue llevado ante la gobernante de la ciudad, la condesa Rajine.

Mace Windu siendo capturado por los zombies. Star Wars: Clone Wars Adventures Volumen 9.

Rajine era una vampiresa de la fuerza que convirtió a toda la ciudad en zombi tras absorber su fuerza vital. Años antes fue confrontada por un Caballero Jedi, quien pese a no ser lo suficientemente fuerte como para derrotarla logró encerrarla en la ciudad. Windu logró liberarse y, gracias al antiguo holocrón del Jedi, descubrió la forma de volver a los zombis contra Rajine.

Los experimentos del Dr. Evazan

El doctor Cornelius Evazan fue uno de los científicos más prestigiosos y a la vez más polémicos de su época. Trabajando en secreto para el Imperio, desarrolló un suero capaz de reanimar el tejido muerto y crear zombis con los cadáveres del planeta Necropolis. Estos muertos vivientes se caracterizaban por tener una fuerza superior a los vivos, inmunidad al dolor y una inclinación a obedecer las órdenes de Evazan. El suero se activaba una vez enterrado el cadáver, cuando este era invadido por los gusanos del subsuelo.

EL Dr. Evazan, condenado a muerte en 12 sistemas por prácticas médicas ilegales, y su amigo Ponda Baba.

Los efectos de los gusanos eran distintos en función del huésped. Los cadáveres más viejos se movían con una mayor torpeza y perdían toda seña de identidad. En cambio, en huéspedes menos dañados el suero funcionaba mejor, hasta el punto de que los zombis podían preservar los recuerdos de su vida pasada e incluso hablar de forma distendida. De hecho, el propio Evazan pudo volver a la vida mediante esta forma. El estado de estos zombis era reversible y volvían a su estado inerte tras exponerse a un antídoto.

La ciudad de los muertos

Durante los tiempos de la Guerra Civil Galáctica, Han Solo y Chewbacca realizaron un aterrizaje de emergencia en un planeta de la Región de Expansión para repostar combustible. Misteriosamente, los lectores del Halcón no detectaron formas de vida en la ciudad, pero se podían escuchar zumbidos de una sensación siniestra. Cuando ya se disponían a despegar, fueron atacados por centenares de zombis.

Han Solo rodeado de los Zombies en una viñeta de Star Wars Tales 17 – Planet of the Death.

El origen de estos zombis se remonta a años atrás, cuando una nave que transportaba a trabajadores de una estación espacial cercana se estrelló en el planeta. Al no haber muerto en paz, los tripulantes revivían cada noche a la misma hora del siniestro y asesinaban a los nativos de la ciudad. Por suerte, el propio Han encontró la forma de devolver el espíritu de los muertos de vuelta a su nave fantasma y al fin pudieron descansar en paz.