‘The Mandalorian’ #3×02 «The Mines of Mandalore» curiosidades y guiños

Seguimos con más aventuras con un decimo octavo capítulo en el que finalmente visitamos Mandalore, el planeta que en el fondo da nombre a esta serie. En Las Minas de Mandalore profundizamos en nuestros conocimientos sobre este mundo, al tiempo que viejos conocidos se unen al dúo protagonista. Nos os olvidéis de repasar el artículo anterior y empezamos.

¡Alerta Spoilers!

El viejo Red

En el hangar 3-5 regentado por Peli Motto, observamos una práctica habitual de los chatarreros Jawas, robar piezas para luego vendérselas a las mismas víctimas. Lo mismo que padeció el Mandaloriano en The Child, que aterriza una vez más en esta ubicación de la ciudad de Mos Eisley. Ante la imposibilidad de obtener la pieza para reparar al destrozado IG-11, la mecánica de Tatooine le sugiere adquirir otro droide. Se trata de R5-D4, el mítico astromecánico rojo también conocido como «Skippy», que estuvo a punto de ser adquirido por la familia Lars en lugar de R2-D2 en Una Nueva Esperanza. En esta serie ya ha cambiado 3 veces de empleo, en El Pistolero estaba en la Cantina de Chalmun, en El Marshal ya era propiedad de Peli y ahora vuelve a su función original de astromecánico a bordo del caza estelar N-1 modificado.

Peli Motto compara los saltos de Grogu con los de un lurmen, la especie nativa de Mygeeto que originalmente iban a aparecer en La Venganza de los Sith. En The Clone Wars vimos que un grupo de estos seres parecidos a lémures establecieron una colonia en el planeta neutral Maridun. Las pantallas de la nave de Din Djarin usan caracteres Futhork, uno de los dos sistemas de escritura usados por los habitantes humanos de Naboo. Es empleado por la gente común para la comunicación escrita del día a día. También apareció en los letreros de una tienda de Ferrix, en Andor. El otro alfabeto es el Futhark, aun en uso por la realeza, la nobleza y el gobierno de Naboo. Es decir, es la escritura de la alta sociedad y los actos oficiales.

Festividad Hutt

Nos enteramos que es Boonta Eve, la misma festividad que se celebra en La Amenaza Fantasma con una carrera de vainas llamada la Clásica de Boonta Eve. De hecho, vemos a un par de speeders circulando a toda velocidad por las calles de Mos Eisley, un claro guiño a las vainas de carreras. El Boonta es un festival anual celebrado desde los tiempos de la Antigua República para honrar el ascenso a divinidad del hutt Boonta Hestilic Shad’ruu. Ese personaje también da nombre a los lujosos blasters personales de los hutt, porque supuestamente fue el primero en encargar uno. También se nombró Boonta al mundo antes llamado Ko Vari, donde ese antiguo hutt lideraba una colonia. De hecho, las carreras de vainas organizadas en los planetas Boonta, Tatooine y Arami se celebran en honor a Boonta el Hutt.

En Legends se detalla que se conmemora por la victoria hutt en la Tercera Batalla de Vontor. El mito relata que se convirtió en una deidad por idear la estrategia que dio la victoria en la guerra del Imperio Hutt contra el Imperio de Xim el Déspota, librada 25.000 años antes de la Saga Skywalker. Esa estrategia, aprovechada por Kossak Inijic Ar’durv, General del Clan Hutt, consistía en ataques suicidas masivos, sacrificando a miles de los esclavos en el proceso. Esto condujo a que varias razas del Imperio Hutt, más tarde el Espacio Hutt, fueran esclavizadas formando la columna vertebral de sus fuerzas. Es el caso de los klatonianos, los niktos, los vodranos, los weequayanos y los gamorreanos, cuya servidumbre al Clan Hutt continua en tiempos del Imperio Galáctico.

Un páramo en ruinas

Si Mandalore ya era un yermo prácticamente estéril antes de la Gran Purga, su situación actual es de un erial aun más inhóspito y desolado. Tras muchos conflictos, tanto entre ellos como con enemigos externos, los mandalorianos tuvieron que adaptarse a vivir en una planicie desértica interminable. Por eso idearon ciudades y edificaciones especiales cubiertas por biodomos con forma de cubo o cúpula. En los tiempos en los que gobernaban los Nuevos Mandalorianos dirigidos por la Duquesa Satine Kryce, construyeron ciudades como Ronion y la nueva capital Sundari, en sustitución de la devastada Keldabe. Pero el Imperio se encargó de acabar con todo en su empeño por exterminar a todo el pueblo mandaloriano. Esto inició una guerra civil en contra del régimen proimperial dirigido por el Clan Saxon en Mandalore, al que se opusieron varios clanes cuyo liderazgo asumió Bo-Katan Kryce cuando recibió la Espada Oscura de Sabine Wren.

Esta guerra empezó en torno al año 2 ABY con la rebelión del Clan Wren por una confrontación en contra de Gar Saxon, designado por el Emperador como Virrey y Gobernador de Mandalore. Su muerte a manos de la Condesa Ursa Wren propició el estallido de la guerra entre los guerreros leales mandalorianos y los supercomandos imperiales. No sabemos como se desarrolló la guerra tras la última aparición de Mandalore en la cuarta temporada de Rebels, pero si que desembocó con la llamada Gran Purga y el bombardeo masivo de la Noche de las Mil Lágrimas. Esto habría ocurrido entre los años 0 ABY y 4 DBY, más probablemente la primera fecha, y también sabemos que el Moff Gideon del ISB estuvo implicado.

En la oscuridad

Al poco de llegar a los restos humeantes de Sundari, Din Djarin y su nuevo ayudante R5 ya tienen que lidiar con la primera amenaza. Los atacan unos individuos identificados como alamitas, una raza sensible nunca antes vista. Cuando los vimos en los trailers de esta temporada, muchos especulamos que pudieran tratarse de los taung, la especie nativa de Coruscant que se convirtieron en los mandalorianos originales. Aunque por su nombre y aspecto podríamos descartar esa posibilidad, hay que tener en cuenta que los taung ya están recanonizados por otras menciones. Así que, aun cabe la posibilidad de que estos alamitas sean una evolución o subespecie.

Al ir avanzando por las ruinas, vemos las antiguas estructuras de la ciudad tal y como las recordábamos de The Clone Wars. Como nos recuerda Din Djarin, Mandalore es considerado el hogar y origen de toda su cultura. Sin importar cual sea su procedencia, todo aquel que se considere mandaloriano puede encontrar sus orígenes en ese lugar. Al llegar a las profundidades del centro cívico, notamos que el entorno es muy similar a los subterráneos vistos durante el Asedio de Mandalore al final de The Clone Wars. En cuanto a esa especie de cocodrilos con alas y al extraño ser que captura a Mando, poco podemos decir pues son totalmente nuevos.

Dinastía real

Bo-Katan Kryce revela detalles inéditos del pasado de su familia. Hasta ahora sabíamos que su hermana Satine ascendió al poder tras ganar la Gran Guerra de los Clanes. Como explicamos en el análisis del capítulo La Tragedia, en el Universo Expandido se habla de al menos dos guerras civiles mandalorianas ocurridas antes de las Precuelas. En una combatieron Jaster Meerel y su pupilo Jango Fett y la siguiente sería la librada entre los pacifistas Nuevos Mandalorianos y los tradicionalistas marciales. Es posible que en el Canon ambos conflictos acaben fusionándose, lo que explicaría lo que nos cuenta Bo-Katan de su padre. Sabemos por la publicación Construye el Halcón Milenario #32 que se llamaba Adonai y ahora descubrimos que murió defendiendo Mandalore, aunque no sabemos de que exactamente.

La revelación más importante es que la Casa Kryce ocupaba el trono de Mandalore antes del ascenso de la Duquesa Satine y su régimen pacifista. Sabíamos que desde Tarre Vizsla, los descendientes de su Casa y Clan gobernaron todo Mandalore empuñando la Espada Oscura. Así que en algún momento fueron reemplazados, quizá por los Kryce. Os recuerdo que las casas mandalorianas son alianzas de clanes, dirigidas por el clan que da nombre a la casa. Por lo que dice Bo-Katan, su padre gobernaba según las formas monárquicas tradicionales, no sabemos si con el título de Mand’alor o Duque. Da entender que su hermana Satine siempre se mostró en contra del Credo y el modo de vida mandaloriano, explicando así porque reformó todo el sistema político y social. Por eso Bo-Katan se unió a la Guardia de la Muerte, para derrocarla y restaurar las antiguas costumbres.

También se sabe que debían tener al menos otro hermano, puesto que ambas tenían un sobrino, Korkie Kryce, pero se desconocen sus orígenes y paradero.

Las Aguas Vivas

Tras el aviso de Grogu, Bo-Katan acude al rescate en un transporte clase Kom’rk o caza Guantelete, diseñada por MandalMotors. Y lo hace con sus pistolas WESTAR-35 o blasters modelo MandalTech Jai’galaar, fabricados por Tecnologías de la Media Luna Concordiana. Ambas tecnologías se conocieron en The Clone Wars. Tras eso descienden a las Minas, hasta llegar a la cámara que alberga las Aguas Vivas, una especie de lago subterráneo. Bo-Katan afirma que realizó el mismo ritual de iniciación que el niño del capítulo anterior, aunque de forma distinta pues no juró no quitarse el casco nunca. La inscripción, grabada en Mando’a, relata como el primer Mandalore, el líder supremo de todo el pueblo y los clanes mandalorianos, construyó esas minas para extraer el beskar con el que elaborar sus armaduras. Si ese fue Mandalore el Grande, también guerreó contra los Jedi, según las canciones.

Din Djarin se dispone a jurar el Credo una vez más, pero un descuido hace que se hunda en las profundas y tenebrosas aguas. Al rescatarle, tenemos otro descubrimiento sorprendente. Nada menos que un mitosaurio, la criatura que dio forma al emblema del cráneo, símbolo de Mandalore. Tengamos en cuenta que se daba por extintas a esas bestias, incluso que no eran más que un mito. Pero al final siempre hay algo de verdad en las leyendas.

¡Hilo! ‘The Mandalorian’ #3×02 «The Mines of Mandalore»

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