‘The Bad Batch’: #3×04 «A Different Approach» curiosidades y guiños

Continua la huida de los clones defectuoso semana con Un enfoque diferente, un episodio que podríamos calificar como de transición. Nos ofrece pocas referencias pero si cosas nuevas al universo de Star Wars. Recordad que tenéis disponible la guía de los episodios de estreno aquí y comenzamos.

¡Alerta Spoilers!

Otro aterrizaje forzoso

En lo que ya es un clásico en muchas obras de la saga, Omega, Crosshair y su fiel perra Batcher se estrellan con la lanzadera de transporte clase Rho robada en un planeta llamado Lau, una nueva localización en Star Wars. Es un mundo remoto de la Galaxia con el típico asentamiento de estilo rústico pero aun así tecnológico, como lo demuestran las lanzaderas Star Commuter 2000 que lo sobrevuelan. Y además de humanos, aqualish, arconas, biths, rodianos, trandoshanos y twi’leks pueblan las calles de este lugar.

Aterrizaje en el planeta Lau

Pero ahora está ocupado por soldados de asalto TK, reclutas imperiales que ya reemplazan a los soldados clon en esta tarea, e incluso empiezan a imitarlos en la moda de los ponchos. Aunque siguen usando las mismas carabinas blaster DC-15A de sus predecesores. Están bajo el mando del capitán Mann, que porta encima de su uniforme de oficial imperial un abrigo que se introdujo por primera vez en Rogue One. Su voz se la presta Harry Lloyd, actor reconocido por sus papeles en la serie Robin Hood de la BBC y Juego de Tronos.

¡Qué escándalo! He descubierto que aquí se juega

Ya que nuestros clones carecen de códigos de cadena, la identificación creada por el Imperio, han de pagar un soborno para lograr un pasaje que los saque de ese mundo. Lo mismo que pretendían Han y Qi’ra en Ciudad Coronet en su intento por abandonar el planeta Corellia. Para lograrlo, Omega pretende obtener los créditos apostando a un juego de cartas denominado «balaans», creado especialmente para este episodio. La baraja consta de cinco cartas numéricas rojas y cinco azules, así como cartas de figuras que constan de dos cartas de «destruir», dos de «desviar», dos de «farol», dos de «robar» y cuatro de «bloquear». El juego incluye la mano casi imbatible llamada «tres estrellas de oriente», con la que Omega logra la victoria contra el capitán Mann.

Omega jugando y ganando en el balaans

Y el juego no parece ser el único delito que sucede con la complacencia del corrupto oficial imperial al cargo. Es probable que las criaturas enjauladas en los muelles de carga sean producto del contrabando ilegal y que los imperiales del lugar saquen tajada de ello. Entre las especies liberadas hay muchos zancudos del Vacío, los veloces reptiles bípedos que corren por el Vacío, el inhóspito desierto que cubre casi por completo el planeta Abafar. También hay nunas, los pavos de pantano originarios de Naboo, unas aves no voladoras muy extendidas por la Galaxia. Aunque no se distinguen en pantalla, según parece hay porgs entre los muchos pájaros que salen volando pues su característico sonido si se escucha, e incluso su tema musical propio de Los Últimos Jedi suena durante esa escena.

Por último, los tentáculos que aprisionan al capitán Mann parece ser de un rathtar, la terrible bestia cefalópoda y carnívora nativa de Twon Ketee. Es la criatura que transportaba Han Solo en El Despertar de la Fuerza.

Reunión familiar

Finalmente, Omega y Crosshair logran salir de Lau tras rescatar a su fiel Batcher, cuyo nombre es un guiño al apodo de su escuadra, el «Bad Batch». Con la nave de carga robada contactan con Hunter y Wrecker para establecer un punto de encuentro. Escogen la más cercana de las cinco lunas del planeta Ryloth, el mundo natal de la raza twi’lek en los Territorios del Borde Exterior.

No es la primera vez que la Fuerza Clon 99 emplea ese sitio como lugar de reunión. En el undécimo episodio de la primera temporada Pactar con el diablo, el Lote Malote aterriza en la misma luna tras ser contactada por una joven Hera Syndulla y otros miembros del incipiente Movimiento de Liberación de Ryloth. Llegaron allí para realizar una entrega de armas y explosivos por encargo de la trandoshana Ciddarin «Cid» Scaleback, la que era su patrona por aquel entonces.

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