‘The Bad Batch’: #1×15 “Return to Kamino” curiosidades y guiños

A falta de uno más para el final, este episodio de The Bad Batch nos ha dejado con los nervios a flor de piel. Regreso a Kamino ha destacado por la emoción y el suspense que provoca de inicio a fin. Vamos a analizar como lo ha conseguido. Por cierto, la serie tiene confirmada una segunda temporada.

¡Alerta Spoilers!

Retorno

El título del episodio no da a lugar a interpretaciones. Como era de esperar, Crosshair y su Escuadra de Soldados de Élite llevan a Hunter de vuelta a Kamino como prisionero. De esta forma atraerán al resto de la Fuerza Clon 99 y acabar con todos sus miembros de una vez por todas. Como vimos en el episodio anterior, Ciudad Tipoca fue invadida por los imperiales, usurpándola a sus habitantes nativos. Aunque en el Canon no se conocen otras poblaciones aparte de la capital, es seguro que hay más. Esto es así porque hay un dato oficial de que el planeta tiene una población de 1.000 millones de kaminoanos y es obvio que no caben todos en Ciudad Tipoca. Por tanto no sabemos que ha pasado con el resto de la población, pero sus perspectivas con el Imperio no son muy buenas.

Del mismo modo que en el último episodio, en este la banda sonora compuesta por Kevin Kiner ha vuelto a servirse de melodías de la Saga Skywalker. Anteriormente volvimos a escuchar fragmentos de los míticos temas compuestos por el Maestro John Williams para Episodio IV, cuando los soldados de asalto abordan la Tantive IV. En esta ocasión han sonado los mismos acordes que Williams compuso para Episodio II en las escenas de Obi-Wan Kenobi en Kamino. Y otro retorno más es el del servicial droide cirujano AZI-3 al cual vimos por última vez en el tercer episodio Recambios.

Confrontación

Como era de esperar, a nuestros protagonistas les espera un comité de bienvenida bastante desagradable en Ciudad Tipoca. Como todos los soldados clones fueron trasladados, la guarnición se compone ahora de los soldados de élite de Crosshair y de los soldados de asalto con sus nuevas armaduras. Para salvar a sus amigos de la trampa, Omega y AZI activan los droides de entrenamiento que hay en esas instalaciones, los mismos que vimos en el primer episodio Posguerra.

Es muy interesante la confesión que realiza el comandante Crosshair a sus compañeros sobre su chip inhibidor. Tal y como expliqué en pasadas ocasiones, los chips no controlan per se a los clones. Por el contrario, les obligan a cumplir con la programación que tienen imbuida en si mismos desde que fueron creados. Los chips se añadieron a los clones por orden de los Sith como contramedida frente a clones desobedientes que pudieran llegar a tener más lealtad a sus líderes Jedi que al Canciller Supremo de la República Galáctica. Por tanto en absoluto es necesario que un clon tenga su chip para que obedezca, por ejemplo, la Orden 66.

Y para finalizar, los imperiales por supuesto huyeron de Kamino a bordo de las lanzaderas de transporte clase Rho antes de que los cruceros clase Venator iniciaran su bombardeo sobre Ciudad Tipoca. Nos vemos la semana que viene con la conclusión de la primera temporada.

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