El Sable oscuro – Historia completa

El sable de luz es uno de los elementos más icónicos de Star Wars. Como ya hemos a lo largo de más de 40 años, cada uno de ellos es único al ser un reflejo de la personalidad de su constructor original. Sin embargo, ninguno es tan especial como el Sable Oscuro, una arma que trascendió a su portador original y se convirtió en todo un símbolo para el pueblo mandaloriano. Probablemente, este sable de luz caracterizado por su hoja negra sea el que a más batallas ha sobrevivido y el que más dueños hayan empuñado en toda la historia de la galaxia.

El Sable Oscuro se introdujo en en el capítulo 12 de la segunda temporada de The Clone Wars «El complot de Mandalore», y conocimos su origen en Sar Wars Rebels 3×15 «Las pruebas de la Espada Oscura». Recientemente, el arma dio el salto al live action en The Mandalorian y en The Book of Boba Fett. Con motivo de su última aparición, daremos un repaso a toda la historia conocida de esta icónica espada.

Un arma única

Históricamente, los mandalorianos se han caracterizado por ser una cultura guerrera. De hecho, durante la época de la Antigua República, Mandalore el Grande lidero a su pueblo en una cruzada que lo enfrentó a la Orden Jedi. Sin embargo, la victoria cayó de lado de los Jedi y las cruentas batallas disputadas durante este período quedaron registradas en cuadros y murales de la ciudad de Sundari.

Una batalla entre mandalorianos y Jedi representada en un mural a los pies del Palacio Real de Sundari.

Estos sucesos desataron una gran rivalidad entre los mandalorianos y dicha orden de seres sensibles a la fuerza. No obstante, en algún momento más 1000 años ABY, Tarre Vizsla ingresó en la Orden Jedi convirtiéndose en el primer miembro de su cultura en formar parte de ella. Durante su estancia, el mandaloriano forjó un sable de luz único: la Espada Oscura. Su empuñadura fue forjada del beskar de mayor calidad que se podía encontrar, lo que la convertía en una espada más pesada de lo normal. Por otro lado su hoja era negra, un color jamás visto hasta ese momento en un sable de luz, y más corta de lo habitual.

Empuñando esta espada, Vizsla fundó una nueva Casa mandaloriana que llevaría su nombre y, eventualmente, se convirtió en líder de todo su pueblo. Debido a ello, el sable se convirtió en todo un símbolo tanto para la Casa Vizsla como para el pueblo mandaloriano. Tras la muerte del Mandalore, los Jedi custodiaron su sable de luz en su templo de Coruscant hasta que, durante la caída de la Antigua República, los herederos de Vizsla se infiltraron en él para recuperarlo.

Los mandalorianos alzaron una estatua en honor de Tarre Vizsla tras su muerte.

En manos de Pre Vizsla

Siguiendo con el legado de su fundador, los miembros de la Casa Vizsla usaron el arma para unificar al pueblo mandaloriano y acabar con los que se opusieron a él. En consecuencia, muchos Jedi cayeron bajo su hoja a lo largo de su historia. El Sable Oscuro se convirtió en un símbolo para identificar al Mandalore quien, debido a las tradiciones guerreras, debía de ser el guerrero más fuerte que jamás hubiese existido. Por tanto, aquel que quisiera convertirse en el líder del pueblo mandaloriano debía reclamarlo derrotando a su actual portador en combate. En algún momento, se creó una profecía acerca del arma:

Si un guerrero lo consigue en combate, tendrá la fuerza de 20 hombres y caerán a sus pies. Si no se gana en combate y cae en manos indignas, traerá la desdicha de la nación. Mandalore será arrasado y su pueblo se dispersará por toda la galaxia.

Alrededor del 42 ABY una nueva facción pacifista conocida como los Nuevos Mandalorianos empezó a ganar influencia en Mandalore. Ante la amenaza que suponían para las tradiciones mandalorianas, un grupo de clanes se unieron bajo el nombre de los Tradicionalistas Marciales y acecharon el liderazgo de Satine Kryze en la ciudad de Sundari, lo cual provocó el estallido de la Guerra Civil Mandaloriana. El conflicto se decantó del lado de los pacifistas, quienes contaron con el apoyo de los Jedi, y Kryze se alzó como duquesa de Mandalore. Satine derrotó todos los códigos guerreros y exilió a Concordia a todos aquellos que se opusieron a su mandato.

Uno de los miembros secretos de los Tradicionalistas Marciales fue Pre Vizsla, quien eventualmente fue proclamado gobernador de la luna. En algún momento previo a las Guerras Clon, Vizsla tomó posesión del Sable Oscuro y fundó la Guardia de la Muerte, un grupo terrorista con base en las minas abandonadas de Concordia y cuyo objetivo era derrocar el gobierno de Satine.

Conspiración separatista

Con una longitud de unos 90 cm, el Sable Oscuro es más corto que un sable común.

Durante las Guerras Clon, Vizsla conspiró con el Conde Dooku para tratar de hacerse con el control de Mandalore. Con el asesoramiento del líder separatista, la Guardia de la Muerte pasó a la acción. Su plan: asesinar a Satine, tensar la situación en Mandalore para obligar una invasión de la República, y lanzar una ofensiva conjunta con los separatistas con tal de liberar a su pueblo y convertirse en su héroe.

Sus ataques en Sundari y el asalto a un crucero Jedi llamaron la atención de la orden, la cual envió a Obi-Wan Kenobi a Mandalore. Fue durante la investigación realizada por el Jedi y la Duquesa Satine en Concordia cuando el gobernador se reveló como el verdadero líder del grupo terrorista. En su orgullo, Vizsla se enfrentó a Kenobi empuñando el Sable Oscuro, pero no fue capaz de vencer al maestro del Soresu. Pese a la intervención de sus guerreros, la mandaloriana y el Jedi lograron escapar con vida.

Vizsla no se rindió y su Guardia de la Muerte realizó varios intentos de asesinato sobre la duquesa, tanto durante su viaje a Coruscant como en la misma capital. Pese a ello, dichos atentados acabaron en fracaso y la determinación de la Duquesa evitó la invasión de la República. Ante esta situación, Dooku traicionó a Vizsla y le retiró su apoyo. Furioso, el mandaloriano llegó a enfrentarse al Lord Sith empuñando el Sable Oscuro, en un duelo en el que el conde le causó una cicatriz en el rostro.

Pre Vizsla fue un guerrero muy hábil en el combate con sable de luz, capaz de poner contra las cuerdas a una experta en el Shien como Ahsoka Tano.

El líder de la Guardia de la Muerte juró vengarse de Dooku, y mientras su grupo oprimía a los aldeanos de Carlac, se reunió con Lux Bonteri para planear su ataque. Sin embargo, el joven le retiró su apoyó al descubrir las atrocidades causadas por Vizsla. Durante dicha reunión, Vizsla tuvo la oportunidad de probar sus habilidades con el Sable Oscuro enfrentando a la padawan Ahsoka Tano, quien inesperadamente acompañó a Bonteri al encuentro. Las habilidades de la togruta lograron sobrepasar al ex-gobernador de Concordia y, con la ayuda de R2-D2, ella y Bonteri lograron escapar.

Alianza letal

No sabemos que ocurrió con los panes de venganza de Vizsla, pero el caso es que sus sueños de conquistar Mandalore volvieron a revivir cuando la Guardia de la Muerte rescató a Maul y a Savage Opress en una nave a la deriva. El ex-sith ambicionaba liderar un imperio criminal con el objetivo de derrocar a sus enemigos del pasado. Por ello, ofreció al mandaloriano su apoyo en la reconquista de Mandalore a cambio de la ayuda de la Guardia de la Muerte en el reclutamiento de los sindicatos criminales. Juntos lograron forzar a los Hutt, Sol Negro y los Pyke a unirse a la nueva alianza de Maul, la Sombra Colectiva.

Maul y sus aliados forjaron una alianza con los Hutt, no sin antes enfrentar a unos cuantos cazarrecompensas por el camino.

El plan siguió según lo previsto. Sombra Colectiva atacó Mandalore y la Guardia de la Muerte actuó en el momento preciso, poniendo orden a la situación y ganándose el favor del pueblo. Con Satine ya capturada y el gobierno de Mandalore en sus manos, Pre Vizsla traicionó a los zabrak, poniéndolos bajo arresto. Sin embargo, el mandaloriano subestimó el plan de Maul. Los dos Hermanos de la Noche se liberaron de su cautiverio sin complicaciones y el ex-sith desafió a su antiguo aliado a un duelo por el trono de Mandalore, algo a lo que Vizsla no se pudo negar.

Pese a su a usar todas las armas a su disposición, el mandaloriano perdió el duelo y fue ejecutado por Maul, quien reclamó la espada y el liderazgo de la Guardia de la Muerte. Siguiendo la tradición, gran parte del grupo rindió lealtad a Maul, pero otros de los miembros, liderados por Bo-Katan, se negaron a servirle. Como el zabrak esperaba, estos se pusieron del bando de la Duquesa, quien fue liberada y mandó un mensaje de auxilio a la República atrayendo a la némesis del ex-sith: Kenobi.

Cualquier guerrero que sea digno puede reclamar la Espada Oscura, independientemente de que sea mandaloriano.

La trampa de Maul funcionó. El Jedi acudió en auxilió de su amada y ambos fueron capturados. Fue entonces cuando el nuevo Mandalore pudo obtener su venganza: con la Espada Oscura, ejecutó Satine ante los ojos de Obi-Wan, devolviéndole a este todo el sufrimiento que le había causado.

El reinado de Maul

No todo salió como Maul hubiera deseado, pues todo el poder que logró acumular llamó la atención de su antiguo maestro. Darth Sidious llegó a Mandalore con la intención de poner fin a la amenaza y se enfrentó a Maul y a Savage en combate. Pese a la fuerza combinada de los Hermanos de la noche, estos no fueron rivales para el Lord Sith. Opress fue el primero en caer y, tras un intenso duelo en el que empuñó la Espada Oscura, Maul acabó pidiendo la compasión de su antiguo maestro.

Sidious no mató a Maul tras su duelo en Sundari; prefirió usarlo como cebo para sacar a la luz a un enemigo mucho más poderoso.

Tanto Maul como el Sable Oscuro fueron puestos bajo custodia en la prisión separatista de Stygeon Prime pero, por suerte para el zabrak, la Guardia de la Muerte no le dio la espalda. Liderados por Gar Saxon, los sirvientes del Mandalore rescataron a Maul y recuperaron el arma forjada por Tarre Vizsla. Aún así, las tropas del General Grievous siguieron a los mandalorianos hasta su base de Zanbar, donde se libró una batalla en la que el Mandalore tuvo que demostrar su valor ante el cyborg.

Tras sobrevivir a la batalla, Maul se puso en contacto la Madre Talzin para formular sus planes de venganza contra los Sith. Guiado por la sabiduría de la Hermana de la Noche, el zabrak atrajo a los separatistas a Ord Mantel donde, con la ayuda de los sindicatos, los mandalorianos y los Hermanos de la Noche, fue capaz de capturar al Conde Dooku y al General Grievous. Sin embargo, sus planes se vieron frustrados cuando tuvieron que liberarlos ante un ataque de los Jedi.

Maul capturó a Dooku en un intento de atraerlo en su lucha contra Sidious, pero se vio obligado a liberarlo cuando los Jedi descubrieron su base (Darth Maul – Son of Dathomir #3)

En su retirada Maul se refugió en Dathomir para ocultarse, sin éxito, de los Sith. Empuñando la Espada Oscura, él y Talzin enfrentaron a Dooku, Sidious y Grievous. Por desgracia, pese al inmenso poder de la bruja, la fuerza combinada de sus rivales resultó en el asesinato de Talzin y la huida de Maul a Sundari acompañado de su Guardia de la Muerte.

Vacío de poder

El reinado del zabrak llegó a su fin al final del las Guerras Clon, cuando el Gran Ejército de la República asedió Mandalore. Maul fue capturado tras su combate (en el que no emplearía el Sable Oscuro) con Ahsoka Tano y abandonó su reinado pese que luego escapó durante la Orden 66. Sin embargo, lo que no abandonó fue el Sable Oscuro, la cual ocultaría durante décadas en su guarida de Dathomir.

Maul atrajo a Ezra a la antigua Fortaleza de las Hermanas de la Noche buscando la forma de encontrar a su enemigo.

17 años más tarde, Sabine Wren encontró el arma en su escondrijo y, atormentada por los fantasmas de su pasado, se la entregó al Jedi Kanan Jarrus. Pese a esta reticencia inicial, Sabine acabó aceptando la responsabilidad de llevar temporalmente el Sable Oscuro con el objetivo de unir a los mandalorianos a la causa rebelde.

La energía fluye constantemente por el cristal. No estás peleando con una simple espada, estás dirigiendo una corriente de potencia. Tus pensamientos, tus acciones se vuelven energía; fluyen a través del cristal y pasan a formar parte de la espada.

– Kanan Jarrus

Tras un exigente entrenamiento guiado por Kanan Jarrus, Sabine contactó con su madre, Ursa Wren. No obstante, este primer acercamiento no tuvo mucho éxito, dado que la Condesa de Krownest entregó el Sable Oscuro a Gar Saxon, Virrey de Mandalore impuesto por el Imperio después de derrocar a la regente Bo-Katan, quien había sido propuesta por los Jedi para ocupar el lugar de Maul. Obviamente, la posición de Ursa cambió cuando Saxon traicionó su acuerdo y ordenó la eliminación del Clan Wren.

Pese a derrotarle, Sabine le perdonó la vida a Saxon. Sin embargo, el virrey acabaría siendo ejecutado por Ursa Wren.

Bo-Katan y la desgracia de Mandalore

La Espada Oscura volvió a manos de Sabine cuando esta derrotó a Saxon en combate. Con ella, lideró a su clan y a los rebeldes en la liberación de Mandalore del yugo imperial. Durante esta campaña ofreció el Sable Oscuro a Bo-Katan Kryze, pero la hermana de la antigua Duquesa de Mandalore lo rechazó dado que no fue capaz de liderar a su pueblo durante los inicios de la era imperial.

Pese a contar con el apoyo de los clanes, la tradición dicta que Bo-Katan no merece empuñar la Espada Oscura.

Tras el heroico papel de Bo-Katan en la victoria mandaloriana, Sabine volvió a ofrecerle el Sable Oscuro. Esta vez, tras recibir el apoyo de los clanes y los Protectores, la antigua regente aceptó la tarea de liderar a su pueblo en las futuras batalla que le quedaban a Mandalore por librar. Sin embargo, no obtuvo el arma en combate, y como dicta la profecía una época oscura se ciñó sobre Mandalore.

La Gran Purga

Esto es solo el principio, el Imperio enviará todo cuanto tenga para aplastar Mandalore

Bo-Katan Kryze

Las predicciones de Kryze fueron correctas y el Imperio regresó con toda su poderío, iniciando el evento conocido durante la Gran Purga. Liderada por el Moff Gideon, la Armada Imperial arrasó Mandalore durante la Noche de las Mil Lágrimas, durante la cual la ciudad de Sundari fue completamente destruida. En algún momento de la Purga, Gideon fue capaz de arrebatarle el Sable Oscuro a Bo-Katan, quien logró escapar con vida del encuentro.

Grogu era un activo demasiado valioso para los planes de Gideon

Pese a que los pocos mandalorianos supervivientes se dispersaron por la galaxia, Bo-Katan nunca abandonó a su pueblo. Durante años siguió la pista de Gideon con el objetivo de recuperar su sable y usarlo para reconquistar Mandalore (o lo que quedaba de él). Din Djarin, miembro de la secta mandaloriana conocida como los Hijos de la Guardia, logró localizar la el crucero de Gideon y contactó con Kryze para asaltar la nave del Moff, quien había secuestrado a Grogu.

El nuevo mitosaurio

En el crucero, Djarin enfrentó y derrotó al Moff Gideon, arrebatándole la Espada Oscura y rescatando a su joven amigo. Dado que no quería cargar con la responsabilidad de liderar Mandalore, Mando le ofreció el arma a Bo-Katan. Sin embargo, sabiendo de las consecuencias que trajo consigo la última vez que fue en contra de la profecía, esta vez Kryze no aceptó el arma.

Esta vez, Bo no podía ir en contra de la profecía.

Din Djarin usó el Sable Oscuro durante sus misiones como cazarrecompensas. Eventualmente se reunió con sus antiguos compañeros de clan: La Armera y Paz Vizsla. Tras una sesión de entrenamiento con la líder de «La Tribu», Mando fue desafiado por su compañero de clan. Pese a ser desarmado en combate, el cazarrecompensas mostró su valor como guerrero y defendió su liderazgo. Sin embargo, La Armera le desterró tras confesar su violación de los códigos de la secta y debido a ello, Djarin se vio obligado a emprender de nuevo su camino.

El retorno de la heredera

El camino que decidió tomar Din Djarin fue la búsqueda de la redención. Para ello, viajó al devastado Mandalore, en cuyas minas hallaría las Aguas Vivas que eximirían los pecados que lo apartaron de su clan. Aunque no le resultaría fácil. En las catacumbas de Sundari, bajo unas ruinas en las que solo quedaban fantasmas y alimañas, el mercenario fue atacado por una extraña criatura que lo tomó prisionero en su guarida. Por suerte, su fiel compañero Grogu logró escapar y pidió ayuda a Lady Kryze, quien liberó a Djarin y derrotó a su captor. Djarin pudo redimirse, y Bo-Katan consiguió probar que el planeta no estaba maldito, lo que les dio a ambos un nuevo propósito dentro de la causa mandaloriana.

Bo-Katan acompañó se reunió con los Hijos de la Guardia junto a su miembro redimido, y con el tiempo logró ganarse la confianza del clan y su apoyo en la campaña para reconquistar Mandalore. También trató de unir a la causa a varios mandalorianos convertidos en mercenarios, aunque en este caso le fue más complicado al carecer del sable oscuro. Sin embargo, en un nuevo giro de los acontecimientos, Din Djarin abogó por la legitimidad de la Búho Nocturno al haberlo rescatado de su cautiverio en las minas de Mandalore. Esta vez, Lady Kryze aceptó la espada, y los mandalorianos se unieron a su causa.

La Armera y Bo-Katan.

Bo-Katan y Din Djarin lideraron una avanzadilla de guerreros para sondear el terreno en Mandalore, aunque al llegar a la Gran la Fragua se vieron emboscados por las tropas del Remanente Imperial del moff Gideon, quien escapó de las garras de la Nueva República y estableció allí su base. Pese a ello, los mandalorianos demostraron su fortaleza como grupo y lograron eliminar a los invasores, y la propia Kryze enfrentó al propio caudillo imperial empuñando una vez la espada que sigue marcando la historia de su pueblo. Esta victoria marcó el inicio de una nueva era para los mandalorianos, unidos de nuevo y asentados en el lugar al que pertenecen.

  1. Ahora entiendo mejor la serie el mandaloriano, la gran purga, la noche de las mil lagrimas, gracias por explicarlo.

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