Onslaught, la nueva expansión de ‘The Old Republic’

Quizás ‘Star Wars: The Old Republic’ no sea el mejor juego de Star Wars, de hecho, para los estándares de esta escritora, es uno bastante mediocre.

Es un producto que nació buscando matar al titan que supone el WoW y usurpar su puesto en el trono del género. Un título ambicioso que buscaba no solo ser la secuela al mejor juego —para muchos, yo incluida— de la saga, si no una obra que contara la historia de ocho héroes —o villanos— completamente distintos.

El juego, si bien no logró su cometido, y salió al público como una obra plagada de errores, ha ido mejorando con los años. Expandiéndose y reinventándose por los tiempos y la necesidad. Lo que antes fue un MMORPG por subscripción, algo que muchos obviaron por su escasa originalidad más allá de la historia, ahora es el último bastión de la continuidad que fue Legends en una trama que no deja de expandirse.

No me meteré en derroteros de la trama actual, pues lleva en operativo desde 2011 —que se dice poco— y resumirla sería casi imposible. Huelga decir que ciertos puntos de la misma serán mencionados en este artículo y, por ende, contiene SPOILERS.

Un nuevo comienzo

Retomamos la historia tras los sucesos de la última expansión —y todas las operaciones que le siguieron y, por supuesto, Jedi Under Siege—. La República y el Imperio están al borde de una nueva guerra tras el breve periodo de paz que supuso derrotar al Imperio Eterno, fuerzas conspiran para reavivar el conflicto y el jugador, como comandante de de la Alianza —grupo que luchó contra el Imperio Eterno en las dos anteriores expansiones—, se ve en la disposición y la capacidad de decantar el balance de la lucha para un bando u otro.

Podemos esperar muchas novedades dentro de esta expansión, desde la adición de una nueva especie al juego, los Nautolanos —cosa que no sucedía desde su lanzamiento—, nuevos planetas —entre ellos Onderon, el famoso Dantoine o la afamada Corelia— y el retorno de personajes tan icónicos para la franquicia —del juego— como lo es Darth Malgus. Por supuesto, la subida del límite de nivel y nuevos flashpoints se incluirán dentro de la nueva expansión de contenido.

Dicha expansión, lejos de resultar un soplo de aire fresco —aunque sí, incluye novedades—, es un retorno a las raíces del juego. A un tiempo donde todo era más sencillo y el conflicto entre la República Galáctica y el Imperio Sith —ambos recientemente restaurados conforme las decisiones del jugador— era lo que primaba en el juego.

Conclusión

Personalmente, y como seguidora del juego, tengo ganas de lo que pueda traer esta expansión y, por supuesto, de continuar la historia de un juego al que le he dedicado tantas horas. Sin embargo no puede si no apenarme que la trama, lejos de avanzar, retroceda cuarenta pasos.

Sí, Vitiate/Valkorion está muerto —o eso pensamos, mi apuesta es a que vuelve—, si, la galaxia ha sido para cambiada siempre por los sucesos de las dos expansiones anteriores, pero… Se piensa volver al punto de inicio, donde todo era Imperio vs República. Como si Star Wars siempre se redujera a ese conflicto.

Lejos de querer acabar este artículo en un nota baja, recordaré a todo el mundo el muy loable trabajo que ha hecho Bioware con el juego, y en que es reconfortante que el producto siga tirando en 2019.

La expansión, llamada Onslaught y gratuita para todos los subscriptores —y, si es como siempre, desbloqueada permanentemente junto a las anteriores con la suscripción de un mes— espera a ser lanzada en septiembre de este mismo año.

Si no has probado el juego aún, esta es tu oportunidad para lanzarte a horas y horas de contenido gratuito que, si te gusta, puedes expandir con la suscripción de un mes para desbloquear todo el contenido adicional.

Que la fuerza os acompañe.