Luminara Unduli nació en el planeta Mirial y pronto se vio que tenía aptitudes en la Fuerza. Fue llevada al Templo Jedi de Coruscant para ser entrenada, donde ascendió hasta convertirse en Maestra Jedi y tomó como aprendiz a la también mirialana Barriss Offee.
Formó parte, junto con otros 200 jedi, del grupo de rescate que fue al planeta Geonosis en ayuda del Maestro Jedi Obi-Wan Kenobi, la senadora Padmé Amidala y el padawan Anakin Skywalker, que estaban prisioneros e iban a ser ejecutados por el Conde Dooku. La mitad del grupo pereció en el combate antes de la aparición del Maestro Yoda con el recién formado Gran Ejército de la República, quien consiguió rescatar a los miembros supervivientes restantes, dando inicio a las Guerras Clon.
Fue nombrada Comandante del 41er Cuerpo de Élite del Gran Ejército de la República y fue protagonista de varios conflictos importantes.
Durante la escolta, junto con Ashoka Tano (aprendiz de Anakin Skywalker), del capturado líder de la Federación de Comercio, el virrey Nute Gunray, fue atacada por Asajj Ventress, con quien ambas jedi combatieron en un duelo de sables de luz. Finalmente, Ventress consiguió liberar a Gunray y huir.
Formaría grupo con Skywalker, Tano y su aprendiz, Offee, y acudirían de nuevo a Geonosis, a destruir una fundición de droides de Poogle el Menor. Tras conseguir destruir la fundición con explosivos, fue en busca de Poogle, pero sería capturada por la reina geonosiana Karina la Grande, quien pretendía usar unos parásitos para controlar su mente. El General Kenobi se unió al joven Skywalker y consiguió liberar a la Maestra Jedi, capturando a Poggle el Menor y encerrando a Karina en las catacumbas donde se encontraban.
Al final del conflicto, Luminara luchó junto a Yoda, las fuerzas Republicanas y los guerreros Wookies en la Batalla de Kashyyyk. Durante el combate, el Canciller Palpatine activó la Orden 66, ordenando a los clones la ejecución de todos los jedi, dando inicio a la Gran Purga Jedi. Unduli consiguió escapar del planeta, pero fue capturada poco tiempo después por el recién formado Imperio Galáctico y llevada a la cárcel conocida como La Aguja, en el planeta Stygeon. Allí, fue ejecutada en presencia del Gran Inquisidor. Sus restos serían utilizados por el Imperio para atraer a los miembros restantes de la Orden Jedi, haciendo creer que la Maestra Luminara continuaba con vida.