La Inquisición, también conocida como el Programa Inquisición y la Orden de los Inquisidores, era una organización de agentes sensibles a la Fuerza que trabajaban para el Imperio Galáctico dando caza a los jedi supervivientes durante los Tiempos Oscuros. Todos sus miembros anteriormente formaron parte de la Orden Jedi, y la mayoría de ellos se unieron a la Inquisición tras ser torturados hasta abrazar el lado oscuro, aunque en algunos casos lo hicieron voluntariamente.
Los Inquisidores saltaron a la fama con su aparición en la serie de animación Star Wars: Rebels, y posteriormente también han tenido protagonismo en acción real, como es el caso de Obi-Wan Kenobi, y en videojuegos, como Star Wars Jedi: Fallen Order. Curiosamente, la Inquisición también existe en el antiguo Universo Expandido o Legends, pero se diferencia del canon en varios aspectos. El más importante de todos es que, en Legends, la Inquisición era una división de la Inteligencia Imperial y que tenía como premisa actuar siempre en el más absoluto de los secretos, en las sombras. En cambio, en el canon actual, a los Inquisidores no parece importarles que los vean en público e incluso lucen los símbolos imperiales en sus uniformes. En Legends, los inquisidores tuvieron sus apariciones más importantes en la serie de novelas cortas juveniles Star Wars: The Last of the Jedi y en el videojuego Star Wars: Jedi Knight: Dark Forces II.
Los Inquisidores tenían la función principal de cazar a los jedi que habían sobrevivido a la Orden 66, aunque realmente perseguían a cualquier ser sensible a la Fuerza, lo cual era necesario para evitar el surgimiento de potenciales enemigos del Imperio. Por lo general, a los bebés no los asesinaban, y en su lugar eran manipulados y adoctrinados para más tarde poner sus habilidades al servicio de la Inquisición. Además, también perseguían cualquier objeto vinculado a la Fuerza y cualquier documento que hiciera referencia a la Fuerza, a los jedi, o a los sith para ponerlos bajo su custodia. En otras palabras, su misión era exterminar todo rastro del legado de los jedi y de la propia Fuerza para borrar su influencia de la faz de la galaxia.
Se desconoce el número exacto de Inquisidores que llegaron a formar parte de la organización, pero al menos 15 han sido identificados. Los Inquisidores utilizaban distintas naves para su transporte. Cuando viajaban individualmente solían hacerlo en cazas TIE avanzados, mientras que cuando lo iban acompañados usaban lanzaderas de clase Zeta, como el Infernum, o de clase Phi, como la Scythe. Debido a la naturaleza de su misión, los Inquisidores tenían el poder de comandar cualquier fuerza del Ejército Imperial, y todos los oficiales debían obedecer sus órdenes, aunque sus tropas por excelencia eran los soldados de purga, un escuadrón de élite de soldados clon pertenecientes a la última remesa producida por los kaminianos. Cualquier oficial que entrara en contacto con seres sensibles a la Fuerza debía ponerse en contacto inmediatamente con un Inquisidor para investigar la situación.
Vestimenta y armamento
Los Inquisidores vestían trajes negro y gris con armadura y generalmente estaban equipados con sables de luz de doble hoja giratorio, que también eran capaces de girar en un movimiento parecido a un helicóptero para escapar gracias a sus emisores anillados. Las hombreras de sus armaduras, además, llevaban impreso el símbolo imperial. El Décimo Hermano era una excepción, con dos sables de luz separados. Los Inquisidores también desarrollaron sillas de interrogación para ayudar en su interrogatorio a presuntos rebeldes o Jedi.
Habilidades y entrenamiento
Siendo antiguos Jedi, los Inquisidores eran débiles en el lado oscuro de la Fuerza. Darth Vader notó esto cuando comenzó a entrenarlos e intentó cambiar su estilo de lucha más defensivo por uno solo ofensivo. La mayoría de ellos sufrieron mutilaciones durante sus sesiones de entrenamiento con el lord sith, y es que Vader quería que aprendieran el significado de la pérdida.
Algunos de los Inquisidores tenían diferentes puntos fuertes en la lucha, como la Novena Hermana, que era más fuerte en la lectura de emociones, y el Décimo hermano, que tenía una audición e intuición excepcionales —a pesar de su falta de ojos. Varios de ellos también estudiaron los archivos de la Orden Jedi para familiarizarse con las técnicas de lucha de sus enemigos, convirtiéndolos en combatientes peligrosos. En general, se fomentaba la búsqueda libre de conocimiento entre sus miembros en pos de que desarrollasen nuevas habilidades, así como la competitividad entre ellos.
Sin embargo, a pesar de ser asignados a cazar y matar Jedi y otros objetivos sensibles a la Fuerza, los inquisidores no parecían particularmente poderosos; dos que trabajaban en tándem fueron derrotados por Ahsoka Tano, y tres combinados no pudieron vencer al antiguo Lord Sith Maul.
Su base
En un principio la Inquisición se hospedó en un edificio del distrito de Los Talleres de Coruscant, donde se hallaba la residencia de los Inquisidores, sus arenas de entrenamiento, y los archivos, los cuales albergaban todo tipo de holocrones, documentos y objetos vinculados al lado oscuro.
Paralelamente, también tenían una fortaleza en el océano de la luna de Nur, en el Sistema Mustafar. Dicha ubicación se convirtió en su base principal alrededor del 14 ABY, después de que la caza de Tualon y la Tercera Hermana por parte de Vader causase estragos en la Ciudad Imperial. En uno de los lugares más oscuros de su fortaleza se hallaban los cadáveres preservados de todos los jedi cazados por los Inquisidores, expuestos a modo de trofeo.
Listado de Inquisidores conocidos
El Gran Inquisidor
El Gran Inquisidor fue el nombre adoptado por un Caballero Jedi pau’ano que cayó en el lado oscuro y se convirtió en el líder de la Inquisición. El Gran Inquisidor había sido un guardia del Templo Jedi y estuvo implicado en los eventos relacionados con el bombardeo del Templo Jedi durante las Guerras Clon, arrestando a la inocente y luego exonerada padawan Ahsoka Tano, así como también a la verdadera culpable, Barriss Offee. Decepcionado, fue seducido por las promesas de poder de Darth Sidious, quien además le garantizó el libre acceso al conocimiento de los Archivos Jedi, a lo cual Jocasta Nu le había negado durante años.
Como líder de la Inquisición, servía personalmente a Darth Vader, y a su vez gestionaba las tareas de todos sus miembros. A título individual no tuvo demasiado éxito. Fracasó en su intento de cazar al expadawan Naq Med, y formó parte del contingente de la Inquisición que persiguió a Obi-Wan Kenobi en Daiyu. Ejecutó a varios jedi jubilados en el crucero Voyager Dawn, pero fue eludido por el jedi Tensu Run, su objetivo prioritario en esa misión. Su última misión fue la neutralización de la célula rebelde de Lothal. Sin embargo, se quitó la vida tras perder su duelo ante su líder, Kanan Jarrus, a quien anteriormente había capturado, a bordo de la Ejecutora.
Primer Hermano
El Primer Hermano fue un Inquisidor enviado a investigar el reporte de un jedi en un mundo agrícola. En pos de sacar al sospechoso a la luz, arrasó el principal asentamiento del lugar y capturó a uno de sus habitantes. La jedi en cuestión resultó ser la ex-padawan Ahsoka Tano, quien lo derrotó pese a no llevar consigo sus sables de luz.
El libro de referencia 'Star Wars Encyclopedia' revela que el inquisidor derrotado por Ahsoka #TalesOfTheJedi es el Primer Hermano, lo que confirma que dicho corto narra unos eventos distintos a los de la novela 'Star Wars: Ahsoka', donde la togruta derrota al Sexto Hermano.
— WookieeNews (@wookieenews.bsky.social) 2024-11-05T17:45:10.174Z
Segunda Hermana
Trilla Suduri fue la padawan de Cere Junda. Durante la Orden 66, se separó de su maestra y fue capturada y trasladada a la Fortaleza de Nur. Allí, fue torturada hasta caer al lado oscuro, tras lo cual se unió a la Inquisición y adoptó el título de Segunda Hermana. En el 14 ABY, viajó a Bracca junto a la Novena Hermana siguiendo la pista de un posible sensible a la Fuerza, quien resultó ser el padawan Cal Kestis.
La Segunda Hermana recibió la misión de perseguir a Kestis, quien unió fuerzas con Cere Junda en un intento de reconstruir la Orden Jedi. Se enfrentó al padawan en Zeffo y en Bogano, donde logró arrebatarle un holocrón de niños sensibles a la Fuerza que llevó a Nur. Allí, ambos volvieron a enfrentarse y fue derrotada. En los brazos de su antigua maestra, Trilla abrazó la redención, pero fue ejecutada por Darth Vader por su fracaso.
Tercera Hermana
Durante las Guerras Clon, Reva Sevander solo era una iniciada jedi, y cuando se llevó a cabo la Orden 66 se encontraba en el templo. Durante su intento de escapar, Lord Vader la atravesó con su sable de luz y la dejó herida de gravedad. Pero no murió. Reva se dejó llevar por el odio, y logró sobrevivir. En ese momento encontró un nuevo propósito: la venganza. Se unió a la Inquisición pero no por su motivación por exterminar a los jedi supervivientes, sino para poder estar más cerca de Vader y, eventualmente, asesinarlo.
Para lograr su objetivo, la ahora Tercera Hermana se centró en buscar a Obi-Wan Kenobi, el antiguo maestro de Vader. En el 9 ABY, para sacar al jedi de su escondite, ordenó el secuestro de Leia Organa, hija de Bail Organa, un antiguo simpatizante de los jedi. Su plan dio resultado, y estuvo a punto de cazar a Kenobi tanto en Daiyu como en Jabiim. Precisamente Jabiim se enfrentó a Vader, aunque no fue rival para el lord sith, quien volvió a atravesarla con su sable de luz.
Nuevamente, el odio la mantuvo con vida, pero esta vez, sabiendo que no era rival para Vader, buscó vengarse de una forma distinta. En Jabiim, la Tercera Hermana descubrió una transmisión de Bail Organa que hacia mención a la existencia de Luke Skywalker, el hijo del lord sith. Reva viajó a Tatooine en pos de ejecutar al niño, pero cuando lo tenía a su merced, eligió dejarlo vivir. Eligió la luz, la redención. La Tercera Hermana murió, y Reva emprendió un nuevo camino.
Cuarta Hermana
La Cuarta Hermana fue una inquisidora nogratu que en su momento fue conocida como Lyn Rakish. Estaba equipada con una vestimenta única, un uniforme de color oscuro con capa y que presentaba el Emblema Imperial en sus hombreras. En algún momento también usó un casco que tenía un visor rojo en forma de T, similar a la de los cascos que lucían los Mandalorianos con su armadura.
La Cuarta Hermana estuvo implicada en la Inquisición incluso desde antes de la ejecución de la Orden 66. Fue ella quien reclutó a Barriss Offee y supervisó sus primeras misiones. En una de ellas, fue traicionada por su compañera, quien la dejó fuera de combate y abandonó la Inquisición.
En el 9 ABY, estuvo implicada en la persecución de Obi-Wan Kenobi en Daiyu y en Mapuzzo. Sin embargo, todo cambió en una misión posterior en la que fue enviada a dar caza a un niño sensible a la Fuerza. Lo que no podía esperar era que su camino se volvería a cruzar con Barriss Offe, quien la distrajo para que su presa pudiera escapar. La mirialana, ahora convertida en curandera, trató de reconducir a la inquisidora por el camino correcto y logró hacerla dudar acerca de sus principios. Eventualmente, la Cuarta Hermana atravesó a Offee con su sable de luz, pero enseguida se dio cuenta de lo perdida que estaba. Lyn Rakish sostuvo a su antigua compañera en la Orden Jedi en brazos y, al fin, logró encontrar la salida de su propia prisión.
Tras abandonar la Inquisición, su armadura cayó en manos de la Comandante de la Alianza Rebelde Lina Graf. Graf se hizo pasar por ella y se infiltró en la Fortaleza de Darth Vader en Mustafar, donde el teniente rebelde Thom Hudd estaba siendo retenido como prisionero por Vaneé, el asistente de Lord Vader. Finalmente, Vaneé se dio cuenta después de hablar con ella que Graf se estaba haciendo pasar por la Inquisidora, iniciándose una pelea. Vaneé le dijo a Graf que él lo sabía porque la Cuarta Hermana llevaba un sable lasér, no una pica láser como la que ella llevaba. Logró derrotarla por unos momentos, pero, sin embargo, Graf recuperó la ventaja y, junto a Hudd, logró escapar de Mustafar.
Quinto Hermano
El Quinto Hermano era conocido por su arrogancia, y aprovechaba su imponente figura para intimidar tanto a sus presas como a los otros inquisidores. De él emanaba una ira tan intensa que hacía pensar a sus compañeros que había abrazado el lado oscuro de forma voluntaria, sin necesidad de haber sido persuadido mediante la tortura. No se conoce demasiado de su pasado como jedi, pero se podría decir que él mismo lo enterró cuando dio caza a su antiguo maestro durante la Purga.
El Quinto Hermano formó parte del contingente de Inquisidores que fue enviado a ejecutar a Eeth Koth en el 14 ABY, y más tarde trató de dar caza, sin éxito, a Cal Kestis, a Tensu Run y a Obi-Wan Kenobi. Tras la muerte del Gran Inquisidor, el Quinto Hermano aspiró a ocupar esa posición, compitiendo con los demás inquisidores por ella. Él y la Séptima Hermana fueron los encargados de perseguir a Ahsoka Tano, Kanan Jarrus y Ezra Bridger, enfrentándose a ellos en varias ocasiones. En el 3 ABY los persiguió hasta Malachor, donde murió a manos de Darth Maul.
Sexto Hermano
El Sexto Hermano anteriormente era conocido como Bil Valen, y destacaba por su egoísmo. Acompañó a Darth Vader, la Novena Hermana y el Décimo Hermano al planeta Mon Cala para cazar al padawan Feren Barr. Durante la misión, Barr usó un trucó mental para obligar a los soldados de la purga a volverse contra los Inquisidores, y durante el enfrentamiento el Sexto Hermano le cortó la pierna a la Novena Hermana, en un intento de desviar la atención del enemigo y salvar su propio pellejo. Poco después, fue enviado a Raada para cazar Ahsoka Tano, pero la ex-padawan lo derrotó usando la Fuerza y usó los cristales kyber del inquisidor para construir sus sables de luz blancos.
Séptima Hermana
La Séptima Hermana fue una Inquisidora mirialana que sirvió al Imperio Galáctico y que operó como cazadora de Jedi en los años previos a la Batalla de Yavin. El Lord Sith Darth Vader le encargó que rastreara a Ahsoka Tano, una figura prominente en la rebelión contra el Imperio. Después de la muerte del Gran Inquisidor, la Séptima Hermana buscó reemplazarlo como la líder de la Inquisición.
En el 4 ABY, la Séptima Hermana entró en conflicto directo con los Espectros. Ella luchó contra ellos en muchas ocasiones: a bordo de una estación médica de la Antigua República, en ciudad Hammer en el planeta Takobo, en un intento de secuestrar a niños sensibles a la Fuerza y en Garel, en un intento de destruir la flota rebelde. Finalmente, sería asesinada por Maul en Malachor.
Octavo Hermano
El Octavo Hermano fue un saltador terelliano asignado a la caza de Maul. Eventualmente, el rastro del ex-Sith le llevó a Malachor, donde se enfrentó también a Kanan Jarrus, Ezra Bridger y Ahsoka Tano. Durante el duelo, su sable de luz se vio afectado, y cuando intentó escapar cayó hacia una muerte segura.
Novena Hermana
La Novena Hermana, previamente conocida como Masana Tide, fue una dowutin que sirvió como Inquisidora durante las primeras etapas del reinado del Imperio Galáctico. Acompañó a Darth Vader, el Sexto Hermano y al Décimo Hermano al planeta Mon Cala para cazar a a Ferren Barr. Cuando el padawan volvió a los soldados de la purga en su contra, el Sexto Hermano le cortó una pierna, dejándola a merced de los clones, aunque logró sobrevivir. Previamente, perdió un ojo a manos de Vader durante su adiestramiento.
En el 14 ABY, ella y la Segunda Hermana fueron enviadas a Bracca siguiendo la pista de un posible sensible a la Fuerza, quien resultó ser el padawan Cal Kestis. Poco después, fue derrotada por Kestis en Kashyyyk, en un duelo en el que además perdió un brazo. Cinco años después buscó revancha ante el padawan en los bajos fondos de Coruscant, pero solo encontró su derrota definitiva.
Décimo Hermano
El Décimo Hermano, anteriormente conocido como Prosset Dibs, fue un miraluka sensible a la Fuerza que sirvió en el Imperio Galáctico como miembro de la Inquisición. Antes del reinado del Emperador Palpatine, Dibs tenía el rango de Maestro Jedi durante su tiempo en la Orden Jedi. Durante las Guerras Clon, Dibs fue enviado a una misión a Hissrich, donde su fe sobre el papel de los Jedi como guardianes de paz entró en conflicto con sus nuevas responsabilidades como generales en las fuerzas armadas de la República Galáctica. Después de regresar al Templo Jedi en Coruscant desde Hissrich, Dibs fue juzgado por el Gran Maestro Yoda y el Alto Consejo Jedi por intentar matar a Mace Windu. A solicitud de Windu, Dibs se libró de la pena de muerte y fue condenado a rehabilitación.
Como consecuencia de la Purga Jedi, Dibs se unió a las filas de la Inquisición, un grupo de cazadores Jedi dirigidos por Darth Vader, Lord Sith y aprendiz del Emperador, como el «Décimo Hermano». Acompañó a Vader, la Novena Hermana y el Sexto Hermano al planeta Mon Cala para cazar al Padawan Ferren Barr, un sobreviviente de la Purga. Aunque el Inquisidor renunció a su lealtad a la Orden Jedi, Barr manipuló a los soldados de purga para que ejecutaran la Orden 66 contra los Jedi caídos, incluido el Décimo Hermano, a quien los clones mataron a tiros en un tiroteo.
Decimotercera Hermana
Iskat Akaris fue una jedi nativa de un planeta poco conocido, Pkori. Allí, los pkorianos viven en total aislamiento del resto de la galaxia, por lo que son una especia bastante desconocida. Su madre se llamaba Feyra, y fue una antigua padawan que dejó la orden tras no superar las pruebas. Cuando Iskat empezó a dar muestras de ser sensible a la Fuerza, Feyra contactó con su amiga Sember Vey, quien la llevó al Templo Jedi y prometió tomarla como padawan.
A medida que Iskat fue creciendo, también lo fue creciendo su ira interior, lo cual preocupó a todos los jedi de su alrededor. Los otros padawan la despreciaban o simplemente evitaban acercarse a ella, y su maestra, con quien nunca congenió, trataba de mantenerla a raya a base de incontables horas de meditación y de tareas que no disfrutaba. En consecuencia, Iskat sentía que no encajaba en la orden. Sus dudas aumentaron cuando Sember murió en la Batalla de Geonosis y en su lecho de muerte la confundió con Feyra, lo cual no hizo más que disparar sus dudas sobre su origen.
Tras Geonosis, Iskat fue ascendida a caballera jedi, pero tras una misión en la que decidió seguir sus instintos por encima de las órdenes del consejo fue apartada del frente. Esta decisión, la negativa de los maestros a proporcionarle respuestas acerca de Feyra y su especie, y su creciente atracción por el lado oscuro, hicieron que cada vez se fuese alejando más de la orden. Esta situación llegó a oídos de Sidious gracias a Hezzo, un espía del lord sith en el Templo Jedi que sirvió como confidente de Akaris.
Iskat regresó al frente en los últimos días de la guerra sirviendo a las órdenes de Tualon Yaluna, un amigo de la infancia por quien siempre había sentido atracción. En el momento de la Orden 66, los clones le mostraron un holograma de Sidious, quien le prometió ser libre si se unía a su bando. Y no lo dudó. Iskat tomó su palabra, dejó a Tualon a merced de los clones, y se unió a la Inquisición.
Como Inquisidora, Iskat adoptó el título de Decimotercera Hermana. Tuvo la oportunidad de investigar su origen, y sirvió a la organización recuperando objetos vinculados a la Fuerza y cazando jedi, entre ellos a Keflan Opus, maestro de Sember, y a Charlin Plaka, una de las compañeras que tanto la había despreciado. En la Inquisición también se reencontró con Tualon, y eventualmente empezaron una relación. Tras participar en la caza de Eeth Koth, Vader sintió el vínculo entre ambos y atentó con matar a la pkoriana, a lo cual reaccionó su amante. Los dos inquisidores intentaron hacer frente al lord sith, pero no estuvieron a la altura de su poder. Vader usó la fuerza para que ambos se quitasen la vida el uno al otro con sus sables de luz.
Tualon Yaluna
En su día, Tualon Yaluna fue un jedi twi’lek que se crio junto a Iskat Akaris. Tras participar en la Batalla de Geonosis, fue ascendido a caballero jedi y participó en las Guerras Clon como general. Siempre fue un jedi ejemplar, pero empezó a abrirse a la ira tras la muerte de su antiguo maestro, Bavoc Ansho, y tras una misión a su Ryloth natal. Hacia el final de la guerra, Iskat se unió a su compañía, y ambos se encontraban juntos cuando tuvo lugar la Orden 66. El twi’lek fue abatido por los clones, pero la odio que sentía por la traición de su amiga la mantuvo con vida, por lo que finalmente se lo llevaron capturado.
Tualon fue torturado y se abrió al lado oscuro, aceptando unirse a la Inquisición. Allí se volvió a reunir con Iskat, y en su primer encuentro la atravesó con el sable de luz como venganza, aunque no quiso matarla. Eventualmente, se enamoró de ella, y juntos compartieron su fatal destino.
Barriss Offee
Durante las Guerras Clon, la mirialana Barriss Offee supo reconocer la hipocresía de la Orden Jedi. Creyendo firmemente que los jedi eran los causantes de la guerra, causó un atentado contra el Templo Jedi del que intentó acusar a Ahsoka Tano. Tras demostrarse su culpabilidad, fue encarcelada hasta que, la noche de la Orden 66, la Cuarta Hermana le ofreció la oportunidad de unirse a la Inquisición.
Antes de ser reconocida como una inquisidora de pleno derecho, fue sometida a unas exigentes pruebas en la fortaleza de Nur, donde tuvo que pelear por su puesto junto a otros antiguos jedi. Al conseguirlo, se le otorgó una armadura y el título de inquisidora.
Durante una de sus primeras misiones, acompañó a la Cuarta Hermana en la caza de un jedi superviviente que se escondía en un mundo rocoso. Barriss, quien aún no se había dejado llevar firmemente por la oscuridad, quedó horrorizada ante la crueldad de su compañera al masacrar a toda una aldea mientras intentaba obtener la localización de su presa. Posteriormente, después de que la Cuarta Hermana hiriese gravemente al jedi, Barriss decidió renunciar a la Inquisición y regresar al camino de la luz, traicionando a su compañera.
Barriss pasó los siguientes años sirviendo como curandera en un mundo gélido, donde también ayudaba a la Senda Oculta a esconder a los seres sensibles a la Fuerza que encontraba. Fue allí donde su caminó se volvió a cruzar con la Cuarta Hermana. La inquisidora andaba detrás de un niño, y Barriss fue capaz de distraerla lo suficiente como para que pudiera escapar, al mismo tiempo que trataba de reconducir a su antigua compañera por el camino de la luz. La inquisidora acabó hiriendo gravemente a la mirialana, pero logró su objetivo al conseguir que renunciara a la Inquisición.
Marrok
Durante los Tiempos Oscuros, Marrok sirvió al Imperio Galáctico cazando a los jedi supervivientes, pero a diferencia del resto de sus compañeros, vivió lo suficiente como para presenciar la caída del régimen. Se convirtió en mercenario, y en algún momento anterior al 9 DBY fue contratado por Morgan Elsbeth, quien además aumentó su poder mediante la magia de las Hermanas de la Noche. La bruja lo envió a matar a Ahsoka Tano, con quien se enfrentó primero en Corellia y luego en Seatos. Murió a manos de la togruta en su segundo encuentro.
Las batallas más importantes de los Inquisidores
Confrontación con Jocasta Nu
Tras la formación del Imperio, el Gran Inquisidor trabajó con Darth Vader con el objetivo de localizar a la Jefa Bibliotecaria de la Orden Jedi, Jocasta Nu. Durante su investigación en los archivos Jedi, el Gran Inquisidor fue confrontado por Nu después de que, abiertamente, insultase el conocimiento que estaba leyendo. Al principio, el Gran Inquisidor planeó matar a Nu, pero cuando él la derrotó en combate, Lord Vader le impidió matarla. Mientras Vader y el Gran Inquisidor discutían, Nu pudo escapar.
Vader pudo perseguir a Nu y la mató él mismo sin la ayuda del Gran Inquisidor. Algún tiempo después, la Novena Hermana acompañó a Vader para investigar los informes de un posible Jedi en una cantina en Cabarria. Los informes resultaron ser falsos y Vader fue atacado por tres cazarrecompensass. La Novena Hermana se negó a ayudar a Vader y, cuando este venció a los cazarrecompensas, ellos se retiraron y robaron el speeder de la Novena Hermana a punta de pistola.
Vader los persiguió y los capturó, y les preguntó quién los contrató. Vader descubrió que el culpable había venido de la parte superior de las filas imperiales, y la Novena Hermana lo envió de regreso a Coruscant. Sin embargo, al llegar a Coruscant, sus comunicaciones se bloquearon deliberadamente, lo que impidió que la Novena Hermana enviara sus códigos de autorización.
Esto causó que las defensas de Coruscant los atacaran y Vader empujó a la Novena Hermana de la silla del piloto para tomar el control de la nave. Posteriormente, se estrellaron contra Coruscant y Vader dejó a la Novena Hermana con la nave.
Misión a Mon Cala
Alrededor de un año después del ascenso del Imperio, Palpatine sospechaba que un Jedi influía en las deterioradas negociaciones sobre Mon Cala. Envió a Vader y a tres Inquisidores para investigar esto, acompañados por un escuadrón de soldados clon de élite.
A su llegada, el Embajador Imperial Telvar fue asesinado y su superior, el Moff Wilhuff Tarkin, envió a sus fuerzas para invadir Mon Cala. Vader y el Sexto Hermano, la Novena Hermana y el Décimo Hermano combatieron en Ciudad Dac y capturaron al rey, Lee-Char. La Novena Hermana interrogó a Lee-Char por la ubicación del Jedi, pero pronto fueron arrastrados por grandes olas generadas por algunas criaturas gigantes.
Los tres Inquisidores sobrevivieron al cataclismo y recogieron a Vader en un submarino imperial. La Novena Hermana reveló a Vader que había obtenido la ubicación del Jedi y se dirigieron al lugar. Al llegar allí, fueron recibidos por el Jedi y sus seis acólitos. El grupo se dispersó, a excepción de uno que disparó contra el submarino hasta que Vader aplastó su casco.
Mientras perseguían al resto de ellos, otro se sacrificó para frenarlos. Vader y los Inquisidores pronto llegaron a Ciudad Bel y buscaron al resto del grupo. El Lord Sith recibió una solicitud del Moff Tarkin para capturar a Lee-Char y terminar la guerra en Mon Cala, con la que estuvo de acuerdo y dejó a los Inquisidores y a su escuadrón de clones para encontrar al Jedi.
Los Inquisidores pronto encontraron al Jedi y a sus dos últimos acólitos. Mataron a uno de los acólitos y rodearon a los otros dos. El Jedi luego se adelantó y los enfrentó, revelando sus nombres de cuando eran Jedi. La Novena Hermana confrontó al Jedi, identificándolo como un padawan llamado Ferren Barr. Barr la ignoró y les dijo que todavía eran verdaderamente Jedi, reconociendo a los clones y su papel en la Orden 66.
Barr luego usó sus poderes de la Fuerza para ejecutar la Orden 66 en los soldados clon alrededor de los Inquisidores. El truco funcionó y los clones se volvieron contra los Inquisidores. Rápidamente, lograron asesinar al Décimo Hermano, aunque el Sexto Hermano y la Novena Hermana pudieron desviar sus disparos. Barr y su último acólito, Verla, acabaron escapando de la batalla. Ansiosos por interceptarlos, el Sexto Hermano y la Novena Hermana usaron sus poderes combinados para empujar a los soldados a un lado.
Sin embargo, el Sexto hermano traicionó a la Novena Hermana, cortándola y dejándola sola para defenderse de la última de las tropas. Después de su fuga, el Sexto Hermano se marchó con tres soldados de asalto.
A la caza de Ahsoka Tano
Poco después de la misión a Mon Cala, el Sexto Hermano estaba buscando un posible niño sensible a la Fuerza en Thabeska. Sin embargo, más tarde abandonó esta tarea después de recibir noticias de que una persona sensible a la Fuerza lo suficientemente mayor como para haber recibido entrenamiento Jedi estaba escondida en el Borde Exterior. Así, se dispuso a cazar al individuo en cuestión, esperando ganar un ascenso.
El supuesto Jedi era en realidad la antigua padawan Ahsoka Tano, que había dejado la Orden Jedi antes del final de las Guerras Clon y después de ser acusada injustamente de traición. Desde entonces, Tano había creado un grupo de resistencia en la luna de Raada. El Sexto Hermano fue a Raada donde comenzó a investigar. Viajó a las montañas y encontró la resistencia que Tano había establecido, que se escondía en las cuevas y que rodeó al Sexto Hermano. Pero él reveló su sable de luz, lanzándolo contra los combatientes y, volando en un arco, mató a todos menos uno de los luchadores.
El Sexto Hermano se llevó al último luchador, a quien identificó como Kaeden Larte, que se había hecho cercano a Tano. El Inquisidor en cuestión usó a Kaeden para tenderle una trampa a Tano y ella se reveló ante él. El Sexto Hermano la combatió, pero Tano pudo identificar su estilo ofensivo de combate y lo aprovechó.
Tano luego se acercó al cristal kyber de su sable de luz y lo hizo detonar, matando al Sexto Hermano. Tano tomó los cristales de sable de luz y huyó del sistema con el resto de los ciudadanos del único asentamiento de Raada. Poco después, llegó el Gran Inquisidor y, desconociendo la identidad de Tano, decidió cazarla él mismo, sin antes informar a Vader.
La leyenda de Tensu Run
El jedi Tensu Run se convirtió en toda una leyenda debido a sus hazañas en el Borde Exterior y en plena era imperial empezó a hacer planes para reconstruir la Orden Jedi. El mismísimo Darth Vader encargó a la inquisición el asesinato de Tensu Run para aplacar la esperanza de todos aquellos ciudadanos para los cuales se había convertido en una inspiración. El Gran Inquisidor fue el primero en intentarlo; fracasó. La Novena Hermana corrió el mismo destino. Y el Quinto Hermano y la Séptima Hermana fueron humillados por Run y Uhron.
Lord Vader, cansado de la ineptitud de sus secuaces, tomó el asunto en primera persona y lideró la caza en la que acompañaron los cuatro inquisidores anteriormente mencionados. Esta vez, superados en número, los jedi no tuvieron escapatoria. Pan Deselec fue abatido en su caza por el Gran Inquisidor, y Run y Uhron fueron acorralados en las ruinas de un antiguo templo jedi. Ahí, Jed Uhron cayó bajo la hoja del sable de luz del Quinto Hermano, y Tensu Run, tras una última defensa, murió a manos del señor oscuro de los sith.
Cazando a los Espectros
Cuando surgieron los rumores de que un Jedi estaba liderando una célula rebelde en el planeta Lothal, Vader envió al Gran Inquisidor para encargarse del problema. Después de varios encuentros, el Gran Inquisidor tuvo éxito en capturar a Jarrus, pero fue derrotado por este último durante un rescate organizado por los rebeldes y el Padawan de Jarrus, Ezra Bridger. En lugar de enfrentar el castigo de su Maestro por su fracaso, el Gran Inquisidor se suicidó.
Durante una escaramuza con el Escuadrón Fénix, Vader se enteró de que Tano, que había sido su aprendiz durante las Guerras Clon, todavía estaba viva. Al enterarse de esta noticia, el Emperador ordenó a Vader enviar a otro Inquisidor para que cazara a los rebeldes.
El Quinto Hermano y la Séptima Hermana fueron asignados para hacerlo y enfrentaron a varios miembros de la tripulación del Espíritu. Durante una escaramuza a bordo de una estación médica de la República abandonada, debido al pensamiento rápido de Garazeb Orrelios, los rebeldes lograron escapar de los Inquisidores a bordo del Fantasma.
Tras la derrota del Gran Inquisidor
La muerte del Gran Inquisidor fue una gran sorpresa para los otros Inquisidores, que vieron nuevas oportunidades en la caza de los responsables. Además de la Séptima Hermana y el Quinto Hermano, varios otros Inquisidores comenzaron a buscar por la galaxia a los dos Jedi que habían derrotado a su líder, todos ellos con la esperanza de avanzar en su propio puesto dentro de la Inquisición.
Al interceptar transmisiones de Mustafar, Tano descubrió que la segunda misión de los Inquisidores era secuestrar a niños sensibles a la Fuerza. Mientras tanto, la Séptima Hermana y el Quinto Hermano secuestraron a los bebés Alora y Pypey en los planetas Chandel y Takobo respectivamente, y esto los puso en contacto con la tripulación del Espíritu y Ahsoka, quienes los derrotaron en combate. Más tarde, la Séptimo Hermana y el Quinto Hermano participaron en un intento fallido de capturar a los rebeldes en Garel.
Tres años antes de la Batalla de Yavin, el Quinto Hermano y la Séptima Hermana pasaron varios meses persiguiendo a Jarrus y Bridger. En una ocasión, lograron seguir a los Jedi al planeta Oosalon, donde combatieron. A pesar de sus esfuerzos, maestro y aprendiz lograron escapar y reagruparse con los Espectros.
Más tarde, los Inquisidores siguieron a Jarrus, Bridger y Tano al Templo Jedi de Lothal. Después de seguir su camino hacia el Templo Jedi, los dos Inquisidores fueron atacados por apariciones fantasmales de los Guardias del Templo. Una de estas apariciones fue el antiguo Gran Inquisidor. El Quinto Hermano y la Séptima Hermana sobrevivieron al encuentro e informaron a Vader, quien juró poner fin a la amenaza Jedi.
Cruce en Malachor
Algún tiempo después de los eventos del Templo Jedi de Lothal, Kanan, Ezra y Ahsoka viajaron a Malachor, siguiendo una pista dada por el Maestro Jedi Yoda. Cuando llegaron, el Octavo Hermano, que ya estaba allí cazando a un individuo conocido como la sombra, los atacó. Poco después, Bridger se separó de los demás y se encontró con el antiguo Sith, Maul.
Mientras esto sucedía, Tano y Jarrus persiguieron y capturaron al Octavo Hermano, quien, sin su conocimiento, envió una señal de socorro a sus compañeros Inquisidores, el Quinto Hermano y la Séptima Hermana. Maul y Bridger juntos ingresaron al Templo Sith en Malachor y recuperaron el holocrón Sith que se encontraba dentro.
La luz y la oscuridad
Los tres Inquisidores combatieron a Ahsoka Tano, Kanan Jarrus y, poco después, Maul y Bridger intervinieron, obligando a los Inquisidores a retirarse. Al intentar plantar el holocrón Sith en el obelisco del templo Sith, se encontraron con los Inquisidores una vez más. Maul comenzó a estrangular con la Fuerza a la Séptima Hermana e instó a Brider a derribarla.
Cuando Bridger no pudo hacerlo, Maul clavó su sable de luz en ella, matándola instantáneamente. Maul y Bridger encontraron a Tano y Jarrus una vez más peleando con los Hermanos Quinto y Octavo. Después de que Tano destruyese el sable de luz del Quinto Hermano, Maul lo atacó rápidamente con un golpe mortal en el intestino, y, posteriormente, Jarrus cortó el sable de luz del Octavo Hermano.
Acorralado y superado en número, el Octavo Hermano intentó escapar usando su sable de luz para alejarse de sus tres adversarios. Esto no funcionó, ya que el sable de luz no funcionó en vuelo y el Octavo Hermano cayó en picado a la muerte.
El fin de la cacería
Aproximadamente tres años después del incidente en Malachor, se creía que la Orden Jedi estaba completamente extinta por el Imperio, lo que inutilizaba a la Inquisición y llevó a su desaparición. En una reunión a bordo de la primer Estrella de la Muerte, el Gran Moff Wilhuff Tarkin expresó con confianza su creencia de que la Fuerza misma había desaparecido de la galaxia, y que Vader era el único practicante viviente de lo que él llamó “la religión antigua”.
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