A lo largo de los 44 años de historia de Star Wars hemos conocido cientos de planetas, especies y culturas de una variedad muy diversa. Una de las culturas más exploradas y que con el paso de los años se ha ganado un hueco entre las favoritas del fandom es la de las Hermanas de la Noche.
Esta secta de brujas que tanta popularidad han cosechado a base de magia oscura se creó para cumplir la función de villanas principales en la novela de El cortejo de la Princesa Leia, de Dave Wolverton, publicada en 1994. Desde entonces han tenido una gran cantidad de apariciones en todo tipo de productos de la saga, como en la serie de cómics Star Wars: República o el videojuego Star Wars Galaxies. Sin embargo fue en el año 2010 con su aparición en la tercera temporada de The Clone Wars cuando realmente fueron conocidas por el gran público.
Pese a que, como hemos mencionado anteriormente, las Hermanas de la Noche fueron creadas para El cortejo de la Princesa Leia, su primera aparición a nivel cronológico realmente tuvo lugar en la película Ewoks: la Batalla por Endor, estrenada el año 1985. Una de las villanas de esta película es Charal, quien años más tarde se confirmó que era una Hermana de la Noche.
En este artículo trataremos los orígenes, historia y cultura de las Hermanas de la Noche. A la hora de hablar de la historia de esta secta de brujas diferenciaremos entre su historia canónica y la versión del Universo Expandido. En cuanto a su cultura y magia no haremos ningún tipo de diferenciación en cuanto a continuidad, dado que gran parte de la información es válida para ambas o la detallada en una no contradice a la otra.
Origen e historia
Para hablar de los orígenes de las Hermanas de la Noche nos tenemos que remontar a unos 600 años ABY. En esos tiempos, Dathomir servía como prisión colonial para los peores criminales de la República. Una de los exiliadas que fue enviada allí fue la caballero jedi caída Allya, quien fue desterrada temporalmente por el Consejo Jedi para que pudiera respetar y contemplar la fuerza viva, la cual se manifestaba intensamente en dicho planeta. Allya usó sus habilidades para imponerse sobre los demás exiliados y enseñó los caminos de la fuerza a las mujeres nativas de Dathomir, algo que estas veían como magia. De esta forma construyó una sociedad matriarcal en la cual los hombres no tenían ni voz ni voto. También aprendió a domesticar a los rancor, con los cuales las primeras brujas establecieron una relación de simbiosis.
Allya escribió el Libro de la Ley, un libro influenciado por el Código Jedi que tenía el objetivo de asentar las bases de su nueva sociedad y guiar a las iniciadas de la secta en su aprendizaje de la fuerza de un modo seguro. Las primeras brujas de Dathomir se juntaron bajo el nombre de las Hijas de Allya.
A medida que iban pasando las generaciones, las Hijas de Allya se empezaron a dividir en clanes. Con el tiempo, algunas brujas de los distintos clanes empezaron a interesarse en el uso del lado oscuro de la fuerza y fueron expulsadas de su clan. Gethzerion, una bruja expulsada del clan de la Montaña del Cántico, unió a las brujas exiliadas y formó el clan de las Hermanas de la Noche. Gethzerion escribió el Libro de las Sombras como base para la formación de esta secta de brujas que abrazaron el lado oscuro. Con el tiempo, de la misma forma que ocurrió con las Hijas de Allya, las Hermanas de la Noche también se dividieron en distintos clanes a medida que su número aumentaba.
Varias generaciones antes de las Guerras Clon, un grupo de piratas originarios de Rattatak llegaron a Dathomir con un cargamento de esclavos zabrak nativos de Iridonia. Las Hermanas de la Noche, quienes eran humanas en su totalidad, se interesaron por estos forasteros y descubrieron que eran compatibles genéticamente con ellos, por lo que empezaron a cruzarse con estos zabraks que acabarían siendo conocidos como los Hermanos de la Noche. Como resultado de los cruces las hembras nacidas eran híbridas entre las dos especies, con una apariencia similar a la humana; sin cuernos y con la piel pálida. Por otro lado, los machos nacían con cuernos y fueron aislados de las hembras a una pequeña área del planeta donde las Hermanas de la Noche podían acudir en caso de que los necesitasen para aparearse o usarlos como esclavos.
Poco después de la Batalla de Naboo, algunos de los clanes de Hermanas de la Noche entraron en rivalidad debido a las disputas por obtener un mayor número de esclavos. Durante este tiempo la madre Zalem, líder de uno de los clanes, descubrió un templo de los kwa que albergaba una Puerta del Infinito.
Los Kwa fueron una especie nativa de Dathomir que vivió cientos de miles de años ABY y que diseñaron las Puertas del Infinito. A través de ellas llegaron a Lehon, el mundo natal de una especia altamente sensible a la Fuerza conocida como los Rakata. Tal y como hicieron con otros cientos de especies se convirtieron en sus guías, enseñándoles a comprender su poder y a desarrollar su tecnología. Sin embargo, los Rakata eran ambiciosos y crueles. Llegado el momento, exterminaron a los Kwa casi al completo y usaron su tecnología para llegar a distintas partes de la galaxia, formando así el Imperio Infinito.
Las puertas en sí eran unas estructuras que permitían realizar viajes instantáneos a cualquier rincón de la galaxia, pero también podían ser usadas como super armas. Zalem usó las Puertas del Infinito para destruir el planeta Ova y tenía el objetivo hacer lo mismo Coruscant. Para evitarlo, los jedi enviaron a Quinlan Vos, quien unió fuerzas con la hija de Zalem y juntos consiguieron derrotarla. Su hija, sin embargo, quiso tomar el mando del clan para realizar una invasión sobre la capital galáctica, pero Vos fue capaz de detenerla. Tras esto, la madre Talzin, líder de otro clan de Hermanas de la Noche, se alzó sobre todas sus iguales y unió los clanes en un solo grupo.
Durante las Guerras Clon, Asajj Ventress, una hermana que fue entregada a un criminal para preservar la seguridad del clan, fue traicionada por su maestro, el conde Dooku. Ventress regresó a Dathomir y Talzin la acogió de nuevo en el clan. Con la ayuda de otros miembros de la secta realizaron varios intentos de asesinato sobre el líder separatista. Esto encendió la ira de Dooku, quien envió a un contingente de su ejército droide, liderado por el general Grievous, para acabar con las brujas. Durante la batalla, Talzin solicitó a Daka, la anciana del clan, que entonase el Cántico de Resurrección para devolver a la vida a las Hermanas de la Noche fallecidas y usarlas para formar el Ejército de Muertos. Sin embargo, el poderío de Grievous y su ejército droide fue superior y masacraron prácticamente a la totalidad del clan, siendo Talzin y Ventress dos de las pocas supervivientes.
Ventress se buscó la vida como cazarrecompensas mientras que Talzin siguió en Dathomir ayudando a sus dos hijos, Savage Opress y Maul, en su esfuerzo por formar un sindicato criminal y vengarse de sus enemigos. Tras la muerte de Savage, Maul logró capturar a Dooku y lo llevó a Dathomir, donde fue torturado por Talzin. Sin embargo, Grievous y Darth Sidious acudieron al rescate del aprendiz sith y la fuerza combinada de los tres logró sobrepasar a la de Maul y Talzin. Finalmente, Talzin se sacrificó para salvarle la vida de su hijo y fue asesinada por el cíborg.
Dooku envió a sus siervos a destruirnos, pero aún así sobreviviremos. Siempre lo hacemos.
Ventress y Talzin no fueron las únicas supervivientes de la masacre que tuvo lugar durante la guerra. Gethzerion, la fundadora del clan, también sobrevivió y volvió a alzarse como madre del clan, uniendo a las pocas supervivientes. Durante los últimos años del reinado de Palpatine, el emperador mandó construir una prisión en Dathomir, lo cual también le permitió conocer la situación de las brujas en esos momentos. Tras ser consciente del gran poder acumulado por Gethzerion y de sus ambiciones de abandonar el planeta, Palpatine ordenó la cuarentena y el bloqueo de Dathomir, poniéndolo bajo el control del almirante Zsinj.
Para el año 8 DBY, las brujas habían tomado el control de la prisión y de las tropas de asalto que se encontraban en el planeta. Ese mismo año, Han Solo quiso realizar un viaje de visita junto a Leia después de haber ganando el planeta en una partida de sabacc y el Halcón Milenario logró entrar en Dathomir, aunque sufrió serios daños al superar el bloqueo. Gethzerion, quien se enteró de la especial importancia que tenía Han para Zsinj, realizó un pacto con él: entregarle a Han y cambio de una lanzadera que les permitiría a las Hermanas de la Noche abandonar el planeta.
Han, Leia y Luke Skywalker se aliaron con las brujas del clan de la Montaña del Cántico para hacer frente a las Hermanas de la Noche. Eventualmente, Han se entregó a la bruja con la idea de tenderle una trampa y matarla, pero su plan no salió como esperaba. Luke y Leia rescataron a Solo en el último momento, pero aún así las Hermanas de la Noche consiguieron hacerse con una lanzadera imperial. Sin embargo, en cuanto llegaron a la órbita, las Hermanas de la Noche fueron destruidas por el destructor estelar de Zsinj, que nunca tuvo intención de dejarlas marchar.
El origen de las Hermanas de la Noche es bastante diferente y cronológicamente muy anterior al establecido en el Universo Expandido. Todo parece apuntar a que, en el canon, su culto proviene de Peridea, un planeta ubicado en otra galaxia. Dicho mundo, que guardaba un intensa conexión con la Fuerza, era el final de una ruta migratoria de los purrgil, unas criaturas con capacidad de viajar por el hiperespacio a través de los cuales pudieron haber encontrado la forma de llegar a la La Galaxia conocida. Además, también se sabe que su presencia se expandió más allá de Dathomir. Miles de años antes de las Guerras Clon, establecieron templos y fortalezas por toda La Galaxia. Uno de ellos se encontraba en Arcana, y en él custodiaban un mapa estelar que mostraba una ruta secreta hacia Peridea.
Milenios antes de las Guerras Clon, las Hermanas de la Noche entraron en contacto con los Zeffo, una gran civilización liderada por sabios sensibles a la Fuerza. Sin embargo, a pesar de que fueron reconocidos por ser una civilización pacífica, en algún momento de su historia se acabaron corrompiendo y cayeron al lado oscuro. Esto ocurrió durante el reinado de Kujet, quien además estableció a los Zeffo en Dathomir, planeta que albergaría su tumba. Precisamente, la Fortaleza de las Hermanas de la Noche en Peridea fue alzada en honor a Kujet. No se sabe a ciencia cierta cuando ocurrió el contacto de ambas culturas, si se produjo antes o después de la llegada de las Hermanas de la Noche a Dathomir, cuales de las dos culturas llegó primero a dicho planeta, o si, por el contrario, fueron los propios Zeffo quienes encontraron a las brujas en Peridea.
El exterior de la fortaleza de las Hermanas de la Noche de #Ahsoka presenta inscripciones en el alfabeto ur-kttât. Al traducirlas, hemos corroborado el mensaje oculto encontrado por @Tommyjwall:
“Se alce Kujet, gobernante de todos, que su reinado dure para todos.” pic.twitter.com/DHGXHpoYbT
— WookieeNews (@WookieeNews) September 23, 2023
Los siguientes siglos de historia de las brujas son confusos, y poco más se sabe de ellas hasta unas décadas antes de las Guerras Clon. Durante esa época, los frompath, una especie alienígena serpentoide, se asentaron en Dathomir y explotaron los recursos del planeta. Dicho evento resultó clave en la historia de las Hermanas de la Noche, pues fue entonces cuando establecieron una alianza simbiótica con los rancor que, finalmente, les permitió expulsar a los invasores de su mundo.
Unas décadas antes de las guerras clon, Talzin se alzó como madre de clan de las Hermanas de la Noche. Poco después Darth Sidious llegó a Dathomir y Talzin lo recibió en su aldea, donde intercambiaron secretos acerca del lado oscuro. El sith le prometió a la bruja que la convertiría en su mano derecha, pero en su lugar la traicionó y le robó a su propio hijo, Maul.
Las guerras clon llegaron, el ejército separatista masacró a las Hermanas de la Noche y poco después Talzin murió tras enfrentarse a Sidious, Dooku y Grievous, de la misma forma en la que ocurrió en Legends. A diferencia de la antigua continuidad, en el nuevo canon muy pocas Hermanas de la Noche sobrevivieron al final de las Guerras Clon. El videojuego Star Wars Jedi: Fallen Order nos presentó Merrin, quien unos años después se acabaría uniendo al jedi Cal Kestis para poder encontras su propio lugar en la galaxia. La serie de cómics Cazarrecompensas introdujo a Deathstick, quien escapó de la masacre junto a su madre y años más tarde se convertiría en una de las asesinas más eficientes de la galaxia. Finalmente encontramos a Morgan Elsbeth, quien tras la masacre se unió al Imperio y acabó sirviendo al gran almirante Thrawn.
Una sociedad matriarcal
Las Hermanas de la Noche vivían en una sociedad matriarcal, donde las mujeres ostentaban el poder y los hombres veían su papel reducido a meros esclavos. A medida que crecían en número a lo largo de las generaciones se fueron dividiendo en clanes, hasta que Talzin las volvió a unir en un solo grupo. Las líderes de la Hermandad, residentes en Peridea, recibían el título de Grandes Madres, mientras que las líder de uno de los clanes dispersos por la galaxia eran considerada Madre de Clan, quien a menudo era la bruja más poderosa del grupo. Si otra hermana quería convertirse en la madre de clan debía demostrar su poder superior asesinando a la madre actual.
Entre los integrantes del clan también se podía encontrar una figura de alto reconocimiento que era el chamán, excepto en los casos en que el cargo de chamán lo ejercía la propia madre de clan. Un chamán de la Hermandad de la Noche era capaz de atravesar la barrera de la muerte para transmitir mensajes entre el mundo físico y el espiritual.
En un rango inferior se encontraba la casta guerrera. Las más hábiles podían acabar vendiendo sus servicios a un cliente, lo cual era un gran honor para el guerrero puesto que a cambio de sus servicios el clan recibía dinero o recursos como pago, los cuales les ayudaban a prosperar. Aquellas brujas aspirantes a convertirse en guerreras debían superar las tres pruebas de la Arena del Crisol: en primer lugar se realizaba la prueba de la furia, en la que las candidatas debían enfrentarse entre sí o frente a un instructor. La segunda era la prueba de la noche, similar a la primera pero a ciegas, con el objetivo de seleccionar a las guerreras hábiles para el sigilo o con unos sentidos fuera de lo normal. Finalmente se realizaba la prueba de la elevación, en la cual se activaban los pilares del crisol y se seleccionaban a los guerreros capaces de adaptarse a las variaciones del entorno.
Las guerreras a su vez se diferenciaban en tres clases distintas: las cazadoras se podían distinguir por sus ropas con capuchas rojas y usar un arco de energía; las asesinas de las sombras, por vestir manto negro y usar armas silenciosas como dagas o dardos envenenados; las guerreras, por sus brazaletes y armaduras y usar armas como picas o hachas creadas mediante la magia del chamán del clan. Cabe señalar que, por lo general, las Hermanas de la Noche odiaban la tecnología, de forma que usaban herramientas o armas más rudimentarias. Sin embargo, mediante el uso de su magia podían suplir los problemas de no disponer de tecnología avanzada.
Para ser aceptadas como hermanas adultas, las más jóvenes del clan debían enfrentarse al Durmiente. Dicha criatura, mencionada por primera vez en a novela El discípulo oscuro, vivía en las profundidades de la Laguna sagrada. Las iniciadas se sumergían en ella, y mediante el uso del lado oscuro y sus habilidades, debían despertar al durmiente, dominarlo y obligarlo a extraer un pedazo de su propio cuerpo. Este pedazo del durmiente se hervía con el agua de la laguna y permitía transformar el icor espiritual en el Agua de Vida.
Los Hermanos de la Noche eran zabraks macho que se mantenían aislados en pequeños grupos alejados de las hembras. No eran más que meros esclavos al servicio de las Hermanas de la Noche, quienes únicamente los usaban para reproducirse o para adiestrarlos como guerreros. En caso de que las brujas necesitasen un guerrero macho, los Hermanos de la Noche también eran seleccionados mediante las pruebas de la Arena del Crisol. Al contrario que las hembras, los machos rara vez nacían sensibles a la fuerza y, por tanto, no podían invocar a la magia.
También existían esclavos machos humanos o de especies distintas a zabrak, los cuales en alguna ocasión también podían ser usados por las hembras para reproducirse, aunque por lo general eran usados solamente para trabajos forzados. Dichos esclavos podían haber acabado en Dathomir por accidente o como pago por parte de los clientes que usaban los servicios de las guerreras del clan. Los machos humanos nativos de Dathomir solían formar parte de otros clanes de brujas distintos a las Hermanas de la Noche.
Arte, cultura y religión
Como cuenta la madre Talzin en su extracto de El Libro de los Sith, las Hermanas de la Noche creían que Dathomir podía dividirse en dos planos paralelos: el plano espiritual, habitado por las esencias de los animales, las fuerzas de la naturaleza y los muertos; y el plano físico, donde habitan los seres vivientes. Ambos reinos son gobernados por dos deidades gemelas: la diosa Alada y el dios Acolmillado.
La diosa alada, representada por un grifo blanco, gobierna el reino de los espíritus. Rige la fertilidad y el crecimiento, y actúa como mediadora entre el pasado y el futuro. Por otro lado, el dios acolmillado es representado como una gárgola negra y rige la virilidad y la caza. Fluye entre la frontera de ambos reinos, y su magia es tan poderosa que canalizarla en ocasiones puede hacer estallar vasos sanguíneos en el individuo que la invoca, dejándole moratones por todo el cuerpo.
Tanto las Hermanas como los Hermanos de la Noche tenían la tradición de marcar sus rostros con tatuajes que permitían reconocer el origen de los guerreros una vez abandonaban Dathomir. Los tatuajes de las brujas se los imprimía la líder de clan a través de la magia una vez la acólita se convertía en una Hermana de pleno derecho. Por el contrario, en el caso de los Hermanos de la Noche, los tatuajes se adquirían como un ritual de iniciación poco después del nacimiento, en el cual los recién nacidos se sumergían en un baño de aceite energizado con el icor espiritual para posteriormente recibir sus marcas por todo el cuerpo. En el videojuego Star Wars Jedi: Fallen Order se nos reveló que la tinta usada tiene como elemento principal el mushling, una planta nativa de Dathomir. Dicho vegetal se hierve y se crea una pasta amarillenta que se mezcla con distintos pigmentos para obtener mayor variedad de colores.
Vale la pena mencionar que las Hermanas de Noche también presentan sus propias manifestaciones artísticas en forma de glifos, como también pudimos ver en el videojuego Star Wars Jedi: Fallen Order. Consistóan en símbolos sencillos dibujados en la pared, principalmente a base de líneas, que en ocasiones representaban la historia del clan. No eran pinturas como tal, si no que para plasmarlos en la roca usaban el ácido excretado por las arañas hidraatis, el cual es capaz de dejar marcas permanentes en la roca.
Este tipo de arañas ya mencionadas podían llegar a ser peligrosas, pero las Hermanas de la Noche llegaron a domesticarlas. A menudo capturaban desde muy pequeñas y eran usadas como mascota por los Hermanos de la Noche, quienes podían llegar a formar un fuerte vínculo con ellas. Otras criaturas que las Hermanas de la Noche llegaron a domesticar fueron los rancor. Estas criaturas sirvieron como montura de los miembros del clan, tal y como ya mencionamos en el artículo que le dedicamos a esta bestia dathomiriana.
Las Hermanas de la Noche también realizaban rituales funerarios. Cuando una hermana moría, se realizaba un ritual en su honor y se bañaba su cuerpo en la Laguna sagrada. Posteriormente su cuerpo sin vida se introducía en una vaina que se dejaba colgando de un árbol. Su espíritu pasaba a formar parte del reino espiritual y, en cierto modo, seguían formando parte del clan. Mediante el conjuro del Cántico de resurrección, los cuerpos de las hermanas muertas podían volver a la vida temporalmente y servir a la voluntad del clan.
La magia, el motivo de su fama
Las Hermanas de la Noche poseían un gran dominio del lado oscuro de la fuerza y con el tiempo lograron desarrollar habilidades que muchos no dudarían en calificar de antinaturales. Consideraban que el lado oscuro era la esencia de la vida y atribuían la fuente de su poder a las deidades gemelas mencionadas en el apartado anterior.
Lo más característico de su magia era el icor espiritual, el cual pudimos ver en The Clone Wars en la forma de la niebla verde que manipulaba la madre Talzin. Para dar forma al icor espiritual era necesario invocar el poder de la diosa Alada, y mediante el uso de distintos conjuros se podía manipular para dar forma a armas y objetos muy resistentes. La madre Talzin también fue capaz de usar el icor espiritual para formar una esfera que le permitía ponerse en contacto con otros miembros del clan a lo largo de la galaxia, e incluso predecir el futuro.
Mediante el uso de conjuros y otros ingredientes, el icor espiritual podía transformarse en el Agua de Vida, y se usaba para sanar heridas o recuperar recuerdos en un individuo tendido sobre el Altar espiritual. Invocando a la otra deidad, el dios Acolmillado, se podía utilizar el icor espiritual para aumentar la fuerza física y los poderes de la Fuerza de un guerrero, convirtiéndolo así en un oponente formidable.
Otro poder que permite el icor espiritual es el mesmerismo, el cual permite inducir un trance en un ser de mente débil con solo tocarle en la frente. De esta forma podían controlar a un guerrero a su voluntad.
Mediante el agua de vida también se podía infligir dolor a un enemigo a años luz de distancia. Para ello era necesario crear una estatua del objetivo mediante una muestra de su cuerpo. Una vez construida, se podía manipular la figura en el Agua de vida y el enemigo recibiría el daño equivalente al realizado sobre su estatua.
Existen muchos otros conjuros que las Hermanas de la Noche podían usar a nivel individual en alguna situación concreta. No entraremos en detalles en todos ellos dado que su repertorio era muy extenso, pero en general les permitían potenciar sus sentidos, mejorar su velocidad, su fuerza e incluso transportarse de forma instantánea a otro lugar. Un ejemplo de ellos era la revitalización del whuffa, un poder que podía permitirles sanar su cuerpo e incluso, si la voluntad de la bruja era lo suficientemente fuerte, regenerar una extremidad amputada.
Las esencias de los espíritus del plano espiritual podían ser ancladas a un objeto del reino físico mediante la su invocación por parte del chamán del clan, como por ejemplo en talismanes o tótems. Entre ellos destacan los talismanes de transformación, los cuales le permitían a su portador cambiar de forma en el reino físico. Algunos de ellos permitían a su portador transformarse temporalmente en un animal y otros, como el talismán de la edad, permitían a su portador rejuvenecer temporalmente.
Otro de los talismanes destacados es el talismán de búsqueda, el cual fue usado por Savage Opress para encontrar a su hermano, Maul. Por último, también existían talismanes que otorgaban protección a su portador frente a un conjuro lanzado contra él.
¿Qué impresión te dieron las Hermanas de la Noche en The Clone Wars? ¿Te gustaría volver a ver a estas brujas en futuros productos de la saga? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios o en nuestras redes sociales!
Buaaa! curradisimo tio. Me ha gustado mucho el articulo. Gracias