‘El Retorno del Jedi’: Todas las curiosidades de la película

En 1977, Una Nueva Esperanza (o simplemente Star Wars, como sería conocida por aquel entonces) abría las puertas de un universo que haría soñar a millones de personas. Su éxito inaudito propició que su creador, George Lucas, pudiese expandir su historia en una trilogía, la cual llegaría a su conclusión exactamente 6 años después, el 25 de mayo de 1983, con el estreno de El Retorno del Jedi. El Episodio VI, nos dejaba un final mágico que, tras 4 décadas, sigue emocionando a las nuevas generaciones de fans.

Para conmemorar el 40º aniversario de su estreno repasaremos algunas curiosidades relacionadas con su preproducción, rodaje y algún detalle de lore. Prácticamente toda la información incluida en el artículo ha sido sacada del libro Cómo se hizo Star Wars: El Retorno del Jedi, del gran Jonathan W. Rinzler, y del documental Imperio de sueños: la historia de la trilogía de Star Wars, y se ha complementado con la reseña de algunos detalles de la película, su novelización y conexiones con productos posteriores.

Encendiendo motores

Tras el gran éxito que resultó ser Una Nueva Esperanza, George Lucas obtuvo la libertad para cumplir su deseo de desarrollar una trilogía en una galaxia muy, muy lejana. Eso le permitió revelar el título de su tercera película el 14 de mayo de 1980, exactamente una semana antes del estreno de El Imperio Contraataca. Pese a que su intención original era bautizar a la misma por su nombre final, Return of the Jedi (El Retorno del Jedi), inicialmente fue anunciada como Revenge of the Jedi (La Venganza del Jedi). Esto fue debido a que Howard Kazanjian, uno de los productores, consideraba que el propuesto era un título poco llamativo, por lo que el «hacedor» decidió cambiarlo a Revenge. Finalmente, en noviembre de 1982 se volvió a decantar por Return, dado que llegó a la conclusión de que la venganza no encajaba demasiado con la filosofía de los Jedi presentada a lo largo de la trilogía.

Póster promocional de la película con el título «Revenge of the Jedi».

De la misma forma que con El Imperio Contraataca, Lucas optó por dejar la dirección de la película a una segunda persona en pos de centrarse en las labores de producción. Además, quería pasar más tiempo con su hija recién nacida. Sin embargo, la búsqueda de un director esta vez fue más complicada debido a los recientes conflictos con la Asociación de Directores de América, la cual multó a Lucas debido a su elección de posicionar los créditos de la película al final de la misma. Ante la situación, Lucas abandonó dicho gremio y ello le acarreó el veto por parte del mismo.

El enfrentamiento de Lucas con el DGA imposibilitaba el regreso de Irvin Keshner, quien durante el rodaje del Episodio V ya tuvo conversaciones acerca de la posibilidad de dirigir la conclusión de la trilogía. De hecho, el director también fue multado por el gremio tras el estreno de la primera secuela. Otra opción descartada fue Steven Spielberg, quien previamente le mostró a su amigo Lucas su interés por unirse al universo de Star Wars. El responsable de hacer realidad El Retorno del Jedi acabó siendo Richard Marquand, pese a que era la segunda opción de los dos candidatos finalistas barajados por Lucas. La primera era David Lynch, quien inicialmente aceptó la oferta pero renunciaría 3 días después.

Curiosamente, la labor de director no fue la única que desempeñó Marquand durante la película. En las escenas del Palacio de Jabba fue el encargado de darle voz a EV-9D9, el droide que gestiona las tareas de todos los droides del palacio y que más tarde acabaría sirviendo en la Cantina de Mos Eisley, como vimos en The Mandalorian. El diseño de dicho personaje estaba basado en uno de los artes conceptuales no usados de IG-88 para El Imperio Contraataca. Además, Marquand también interpretó a uno de los dos tripulantes del AT-ST abordado por Chewbacca durante la Batalla de Endor. El otro está interpretado por uno de los productores de la película, Robert Watts, quien ostenta el rango de teniente, el mismo que llevaba cuando sirvió en el Ejército Británico.

Richard Marcquand, Joe Johntson y George Lucas.

El bastión del emperador

En los dos primeros borradores de la película, gran parte de la trama se desarrollaba en un planeta llamado Had Habaddon, el cual iba a ser una ecumenópolis con la función de capital galáctica. Se trata de un concepto similar al que años más tarde veríamos en las precuelas con Coruscant, pero lo cierto es que dicho mundo fue creado por Timothy Zahn para la novela Heredero del Imperio, publicada en 1991. El nombre que tenía pensado Lucas, Habbadon, tiene un origen bíblico, pues es portado por un ángel que sirve como el rey de un ejército de langostas en Apocalipsis 9:11. Otro nombre de origen bíblico es Endor, el cual es un lugar al que Saúl viaja en busca de una adivina en 1 Samuel 28. Originalmente, Endor iba a ser una luna del propio Had Habbadon y en su órbita se construían no una, si no dos Estrellas de la Muerte.

Arte conceptual de las dos Estrellas de la Muerte en construcción sobre Had Habbadon.

En Had Habbadon iban a tener lugar todas las escenas en las que participaba el emperador. El primer borrador establecía que su trono se iba a encontrar en un pozo de lava situado en las profundidades, donde iba a tener lugar el duelo final. En dicha escena aparecían Obi-Wan y Yoda para proteger a Luke de los rayos de la fuerza, pero eventualmente se desvanecían ante el poder ilimitado del emperador. Al joven Skywalker lo salvaba un Vader redimido, quien se sacrificaba al llevarse consigo al emperador a uno de los lagos de lava.

En el segundo borrador el papel del planeta era el mismo y la escena sucedía de una forma similar, aunque el salón del trono no se iba a encontrar en la parte alta del palacio y Obi-Wan se presentaba en carne y hueso para ayudar a Luke. Finalmente, Had Abbadon fue descartado porque se decidió que era lugar demasiado complejo para llevarlo a cabo, así como demasiado remoto y grande para integrarse efectivamente en la historia. En su lugar, Lucas decidió que el emperador se encontraría en la Estrella de la Muerte.

Arte conceptual del trono del emperador.

Peluches asesinos

Con El Retorno del Jedi, George Lucas tenía la intención de reaprovechar la trama de su borrador de Una Nueva Esperanza en el segundo y tercer acto de la película. En la Star Wars original, la luna de Yavin iba a ser el hogar de los wookiees, una civilización primitiva capaz de derrotar al malvado Imperio Galáctico que estaba construyendo su Estrella de la Muerte en la órbita de su planeta. Las dificultades técnicas hicieron inviable dicha idea, por lo que finalmente decidió incluir a un solo wookiee, Chewie, como copiloto de Han Solo. Su papel dejaba entrever que los miembros de su especie eran más avanzados de lo que iban a serlo en el borrador, por lo que al rescatar esa trama para el Episodio VI se creó una versión en miniatura y aún más primitiva. Hablamos de los ewoks.

Kenny Baker como Paploo.

El nombre “Ewok”, el cual curiosamente no es mencionado en la película, está inspirado en los Miwok una tribu nativo-americana de California. Sin embargo, su nombre original, recibido en los primeros borradores de la película, iba a ser Ewak. Son nativos de la luna de Endor y por tanto son vecinos de los yuzzum, la especie de Joh Yowza, el cantante del Palacio de Jabba. El nombre original de dicha especie iba a ser Yussem, y en los primeros borradores iban a tener un papel más relevante en su mundo natal. Esta idea fue descartada por cuestiones técnicas, dado que en un principio iban a medir 6 metros, lo cual complicaría meterlos en un mismo plano con los ewoks.

Uno de los ewoks destaca por encima de los demás debido a su relevancia, Wicket, quien en un primer momento iba a ser interpretado por Kenny Baker, el actor que da vida a R2-D2. Sin embargo, durante el rodaje sufrió una intoxicación alimenticia y tuvo que ser sustituido por el joven Warwick Davis en la escena del encuentro entre Leia y Wicket. Dado que los trajes de los ewoks estaban hechos a medida, y con el fin de evitar la confusión de personajes, Davis grabó la escena con su propio traje de ewok y acabó tomando el papel de Wicket. Por otro lado, al ewok de Baker se le cambió el nombre a Paploo.

Escenas eliminadas

La película empezó su rodaje en el 11 enero de 1982 bajo el nombre en código de «Blue Harvest», esperando evitar atraer la atención de la prensa y los fans curiosos en el proceso. Lo hizo en Elstree Studios, en Londres, y empezaron por la escena de la tormenta de arena, la cual no llegó al corte final, aunque sí se incluyó en la novelización. Tenía lugar tras la Batalla del Gran Pozo de Carkoon, y mostraba a los protagonistas luchando contra las duras condiciones del desierto en su regreso a sus naves.

Escena del tráiler en la que Luke Skywalker empuña el sable azul.

Otra escena eliminada en Tatooine mostraba a Luke construyendo su sable de luz en una cueva antes de dirigirse al Palacio de Jabba, durante la cual además sentía la llamada de Vader desde su cámara de meditación. La novelización tampoco la conserva, pero por otro lado menciona que realmente lo construyó en la antigua choza de Obi-Wan Kenobi a partir de instrucciones y piezas conservados en ella. De hecho, su empuñadura es casi idéntica a la del tercer sable empuñado por el maestro jedi. Curiosamente, en un principio su hoja también iba a ser azul tal y como muestran algunas escenas del tráiler de la película, pero fue cambiada a verde para que contrastase más con el cielo de Tatooine y fuese visible durante la Batalla del Gran Pozo de Carkoon.

Escena eliminada de la construcción del sable de luz.

Cabe destacar que, en los primeros borradores de la película, Luke construía el sable en un planeta llamado Sicemon, el cual albergaba la base rebelde. El diseño de Utapau en uno de los arcos cancelados de The Clone Wars iba a estar basado en uno de los artes conceptuales que hizo Ralph McQuarrie para Sicemon. Sin embargo, dado que finalmente no salió a la luz, el modelo fue reaprovechado en Rebels, dando lugar al paisaje de Lothal.

El amo de Tatooine

El Retorno del Jedi marcó la primera aparición de Jabba el Hutt tal y como lo conocemos. Originalmente iba aparecer en Una Nueva Esperanza, de hecho una de las escenas eliminadas a la película muestra al actor Declan Mulholand interpretando a un Jabba humano en el espaciopuerto de Mos Eisley. La idea de Lucas era incluir al Hutt y a más alienígenas en las escenas de Tatooine, pero FOX no le dio el presupuesto suficiente para hacer tantas marionetas y decidió usar a un humano en su lugar. En la edición especial de 1997 volvió a incluir dicha escena con el verdadero Jabba hecho por CGI.

Declan Mullholand como Jabba en «Una Nueva Esperanza».

Al incluir a Jabba, George Lucas buscaba un personaje extraño y grotesco como Signor Ferrari, el interpretado por Sydney Greenstreat en Casablanca. Ralph McQuarrie y otros artistas de ILM crearon una gran variedad de diseños antes de dar con el definitivo, y uno de ellos fue nuevamente rescatado en Rebels, inspirando la apariencia de Azmorigan. Finalmente, se optó por el de una especie de babosa que dio lugar al jabba que todos conocemos. Su marioneta media un total de 5 metros de longitud, y en su interior se encontraban Toby Philpott, quien operaba el brazo izquierdo y la cola; David Barclay, quien operaba el brazo derecho y la boca, y además era quien le ponía voz (decía las líneas en inglés y luego pasaban por un sistema que las traducía al huttés); y Mike Edmonds, quien operaba la cola. Además, dos operadores exteriores manipulaban las pupilas y parpados, mientras que un titiritero jugaba con sus fosas nasales a través de unos cables.

Jabba tiene como mascota un mono-lagarto kowakiano llamado Salacious B. Crumb, cuyo nombre tiene un origen cuanto menos sorprendente. Según reveló Phil Tippet, supervisor del diseño de criaturas, Lucas le pidió a él y a sus compañeros que pensasen en un nombre para la criatura, cuya marioneta fue diseñada por Tony McVey. Dado que no se les ocurría nada, salieron a cenar y tomaron alguna copa de más. El caso es que, cuando se levantaron para irse, Tippet se dio cuenta de que tenía los cordones de un zapato desatados. Cuando fue a advertírselo a sus compañeros, les dijo que iba a “atarse los soolacious” (en lugar de shoelaces, cordones en inglés). La situación les hizo tanta gracia que propusieron esa palabra como nombre, aunque Lucas lo acabó reformulando a Salacious. Él mismo le puso el apellido Crumb, en homenaje al dibujante de cómics Robert Crumb.

La casa del Daimyo

Jabba reside en su propio palacio ubicado en el Mar de Dunas de Tatooine y cuyo exterior fue filmado en el Valle de la Muerte de California. Allí fue donde Boba Fett llevó a Han Solo, aunque, como más tarde nos mostrarían Sombras del Imperio y la Guerra de los Cazarrecompensas en Legends y en canon respectivamente, la entrega no fue tan placentera como cabría esperar.

Cabe señalar que el de congelar a Han Solo en carbonita en El Imperio contraataca fue un movimiento bastante inteligente por parte de Lucas, pues no sabía si finalmente podría contar con Harrison Ford en la conclusión de la trilogía, quien tras Una Nueva Esperanza solo tenía contrato para una película más, a diferencia del resto del reparto. Además, el propio actor solicitó que su personaje recibiese una muerte heroica durante en la película, pero eso no encajaba con la visión de un final feliz del hacedor.

Leia disfrazada de Boushh.

Como parte del plan de recatar a Solo, Leia se infiltró en el Palacio de Jabba portando el traje de un cazarrecompensas ubesse llamado Boushh. En el costado de su casco lleva inscrito el número 1138, lo cual es un guiño a la primera película de Lucas, THX 1138. Si bien no se puede apreciar claramente en la cinta, la referencia es confirmada en Cómo se hizo Star Wars: El Retorno del Jedi y fue incluido en productos posteriores, como en el Battlefront II.

Además del propio Jabba, el palacio estaba concurrido por todo tipo de alienígenas, como el coleccionista de cabezas Amanaman, el contrabandista chevin Ephant Mon o el mayordomo twi’lek Bib Fortuna, quien tras la muerte de Jabba se quedaría provisionalmente al mando del palacio. Todos ellos disfrutan de la música jizz de la Banda de Max Rebo, liderada por el ortolano que le da nombre y a quien vimos recientemente en The Book of Boba Fett. Su cantante es la pa’lowick Sy Snootles quien, como muestra The Clone Wars, no es tan inofensiva como parece. En la versión original cantan una canción titulada Fancy Man (Lapti Nek en huttés, escrita por Joseph Williams, hijo de John). Sin embargo, esta fue cambiada en la edición especial de 1997 por un tema con mucho más ritmo llamado Jedi Rocks, escrito por Jerry Hey. Otro cambio destacado es la adición de otras tres bailarinas, las cuales se unen a la twi’lek Oola, la cual acabó corriendo un terrible destino.

Monstruos

La mascota favorita de Jabba el Hutt era una rancor hembra, la cual, según revela la novela Consecuencias: Deuda de vida, recibía el nombre de Pateesa, que en huttés significa «amiga». La intención inicial de George Lucas era que el rancor estuviese interpretado por un hombre disfrazado, queriendo que fuese como una suerte de Godzilla. Sin embargo, el resultado no fue nada práctico, dado que el traje resultaba demasiado pesado para el actor, y tampoco satisfactorio. De hecho, Phil Tippet define su aspecto como un cruce entre un oso y una patata. Finalmente se optó por crear un títere de varillas, filmado con una cámara de alta velocidad.

El rancor: del disfraz al títere.

Además del títere, también se creó un brazo a escala real del rancor que costó 64.000 dólares. Por otro lado, Ben Burtt, diseñador de sonido de la película, obtuvo el sonido base para los rugidos del rancor a partir de los gruñidos del perro salchicha de su vecino, al cual calificó como «locamente agresivo» (el perro, no el vecino).

La otra gran bestia de la película fue el sarlacc, el habitante del Gran Pozo de Carkoon. Las presas que caen en sus fauces se enfrentan a una digestión de más de mil años, y tan solo un individuo ha logrado escapar con vida de su interior, Boba Fett. La escena de la batalla, rodada en el Buttercup Valley, California, resultó ser bastante accidentada, pues hasta 4 dobles de acción resultaron gravemente heridos en su caída al pozo, tres de los cuales se rompieron el tobillo. Por si fuera poco, Después de que un grano de arena estropeara el intrincado sistema hidráulico de la criatura, Kit West y el supervisor de efectos especiales Roy Arbogast decidieron operar los tentáculos usando postes y cables controlados por seis hombres. En las ediciones especiales se le añadieron más tentáculos digitalmente.

Set de rodaje de la escena del Gran Pozo de Carkoon.

La gran revelación

Luke Skywalker regresó a Dagobah para continuar su entrenamiento junto a Yoda. Sin embargo, allí encontró al maestro jedi en su lecho de muerte. La suya sería la única pérdida que sufrirían los héroes en la película, lo cual se decidió en una reunión que mantuvieron George Lucas, Richard Marquand, Lawrence Kasdan y Howard Kazanjian en julio de 1981, en la que discutieron el rumbo que tomaría la película usando como base los primeros borradores. Kasdan era partidario de matar a uno de los personajes principales, proponiendo Luke, en pos de hacer la historia más realista y emocional, pero eso no casaba con la visión de Lucas de cerrar la trilogía con un final feliz. En la novelización, el emperador descubría la muerte de su antiguo némesis tras sondear las emociones de Luke al presentarse ante él.

La gran sorpresa que nos tenía reservada la película era el parentesco entre Luke y Leia. En pos de evitar grandes filtraciones a la prensa, el guion que se le dio a los actores omitía esta revelación y la muerte de Vader. Por otro lado, incluía escenas falsas, como una en la que Luke mataba al emperador. Solo tres personas tuvieron acceso al guion correcto: Lucas, Kazanjian y Marquand. En el tercer borrador de la película, escrito por Kasdan, Obi-Wan también revelaba que Owen Laars era su hermano, motivo por el cual había llevado a Luke a Tatooine. Dicho diálogo no llegó al guion final, pero sí a la novelización, aunque sería contradicho 19 años más tarde, cuando conocimos el pasado de los Laars en El ataque de los clones.

Alec Guinness, Mark Hamill y Marquand.

Otro de los temas discutidos por Obi-Wan y Luke es el del verdadero pasado de Anakin. En la reunión antes mencionada, Lucas les exponía a sus colaboradores las ideas que tenía en mente para su historia, la cual era la misma que finalmente vimos en las precuelas pero con algunas diferencias sutiles. Padmé no moría durante el parto y criaba a los dos gemelos hasta que, 6 meses después, Obi-Wan descubría que Vader había sobrevivido a su último enfrentamiento, en el que caía a un pozo de fundición. Luke era llevado con los Lars a Tatooine y Padmé se refugiaba con Leia bajo la protección del rey de Alderaan. Padmé moría 2 años después (4 según la novelización), lo cual explicaría por qué Leia afirma recordarla durante su conversación con Luke en Endor.

Un segundo emperador

El Retorno del Jedi nos presentó al gran villano de la saga, el emperador. Ni su nombre de nacimiento, Sheev Palpatine, ni su alias, Darth Sidious, son mencionados en la película: el apellido salió en la novelización; el título sith fue creado para La amenaza fantasma; y el nombre de pila no fue revelado hasta la publicación de la novela Tarkin, de James Luceno, en 2014. En la ya citada reunión, Lucas afirmó haber tomado como modelo para el personaje a Richard M. Nixon, y no es de extrañar, pues fue el presidente de los EEUU durante los últimos años de la Guerra de Vietnam, en la cual está inspirada en gran medida la trilogía original.

Ian McDiarmid durante las eternas sesiones de maquillaje.

El concepto de emperador ya existía en los primeros borradores emperadores de Una Nueva Esperanza, y de hecho es mencionado por Tarkin en la película. En El Imperio contraataca apareció como holograma en una escena en la que fue interpretada por la actriz Marjorie Eaton. En El Retorno del Jedi, su papel inicialmente fue otorgado a Alan Webb. Sin embargo, el actor enfermó justo antes de empezar el rodaje y se vio obligado a abandonar la película. Lamentablemente, falleció el 22 de junio de ese mismo año a la edad de 75 años. En su lugar fue contratado Ian McDiarmid, su rostro en todas sus apariciones en pantalla desde entonces.

McDiarmid tenía solo 38 años en el momento del rodaje, lo cual no sería un problema debido a que su rostro parecería envejecido bajo varias capas de maquillaje. El actor aprovechaba las sesiones de caracterización para estudiar el rostro de su personaje, y así empezó a formular sus ideas para la forma de hablar del emperador. De esa forma no se aburría, pues se alargaban hasta las 4 horas. Curiosamente, lo que más llamó la atención de Lucas a la hora de contratarlo fue su nariz.

El conflicto de Vader

Al servicio del emperador se encontraba su aprendiz, Darth Vader. Durante la preproducción se barajaron distintas formas de tratar la relación entre ambos. Por ejemplo, el segundo borrador planteaba un mayor conflicto entre ambos, con Palpatine estrangulando a Vader al inicio de la película y con el aprendiz convirtiéndose en un cabo suelto durante el segundo y tercer acto. Por otro lado, en los primeros borradores, Jerjerrod cobraba mucho más protagonismo, siendo más cercano al emperador y una versión mejorada de Tarkin. Su papel fue más reducido en la película, y durante el rodaje se grabó una escena en la que Vader lo estrangulaba con la Fuerza, aunque no llegó al corte final.

Jerjerrod estrangulado por Vader.

Uno de los grandes alicientes de la película fue la revelación del rostro de Vader. Para dicha escena se contrató al actor Sebastian Shaw. Como en las anteriores películas, bajo el traje se encontraba David Powrse, quien, obviamente, se molestó al no ser informado acerca de la muerte de su personaje ni la de la contratación de otro actor. La noticia le llegó a través de un periodista de The Daily Mail.

De la misma forma que en las dos primeras películas, varias escenas se recrearon digitalmente mediante la técnica del matte painting (técnica de la pintura sobre vídrio), en el cual los artistas de ILM pintaban a mano el fondo de los planos sobre láminas de cristal. Este fue el caso de la mayoría de las escenas de la Estrella de la Muerte, como las llegadas de Vader y el emperador en sus respectivas lanzaderas T-4a de clase lambda, y de las panorámicas de Endor. Estas imágenes luego se combinaban con los planos grabados en el set mediante ordenador para obtener la toma final.

«Matte painting» y escena final de la llegada de Vader a la Estrella de la Muerte.

La Batalla de Endor

Las escenas de Endor se grabaron en el Parque Nacional Redwood, en California, el cual alberga un bosque de secuoyas rojas, los árboles más altos del mundo, pudiendo superar los 100 metros de altura. Además, varias secuencias como las que implicaban la participación de los AT-AT, AT-ST y las motos speeder requirieron el uso de varios modelos para firmarlos en stop-motion. Para la escena de la persecución, se creó un set en miniatura cuyos árboles fueron construidos usando tubos de cartón pintados sobrantes del set de E.T. el Extraterrestre.

Miniatura de un AT-ST para la Batalla de Endor.

El genera Solo y la general Organa lideran un equipo formado por varios soldados de las Fuerzas Especiales de la Alianza. El epílogo de Star Wars: Rebels revela que uno de ellos fue el comandante Rex. Una escena eliminada mostraba una versión extendida de la entrada de los rebeldes al búnker en la que un oficial imperial y varios soldados de asalto interceptaban a Han y a Leia a punta de pistola, viéndose obligados a abrirse paso a tiros.

En los tiroteos posteriores se puede apreciar como Leia cierra los ojos al disparar su blaster. Según Cómo se hizo Star Wars: El Retorno del Jedi, esto es debido a que Carrie Fisher se cansó debido a los largos días filmando escenas de acción, por los que los cerraba sin darse cuenta cuando se disparaban las armas y los petardos. Stembridge Gun Rentals proporcionó armas de fuego reales modificadas para disparar balas de fogueo en estas secuencias. Sin embargo, Harrison Ford solicitó específicamente una pistola normal en lugar de un accesorio estático para tener algo a lo que reaccionar, motivo por el cual se pueden apreciar casquillos de munición en la entrada del búnker.

Han Solo en la entrada del edificio del generador de escudo.

Cuando Chewie salta sobre el AT-ST durante la batalla, se le puede escuchar aullar el grito de Tarzán. No es único grito mítico del cine que aparece en la película, pues el weequay que se precipita al sarlacc emite el Grito Wilhelm. Se utilizó por primera vez en la película Tambores Lejanos, de 1951, y 2 años más tarde fue rescatado de los archivos de Warner Bros para La carga de los jinetes indios, en la que fue emitido por un personaje llamado Wilhelm. El encargado ponerle el nombre en honor a dicho personaje fue Ben Burtt, quien más tarde lo incluyó en las tres películas de la trilogía.

Final mágico

La escena del funeral fue añadida meses después de acabar el rodaje y George Lucas decidió incluirla para evitar posibles teorías de los fans acerca de una posible supervivencia de Vader. De ahí pasamos a la celebración final en la Aldea del Árbol Brillante, la cual sufrió varios cambios en las ediciones especiales. Para empezar, en la película original sonaba de fondo una canción en ewokés titulada Ewok Celebration, el cual fue sustituida en la edición especial de 1997 por el tema Victory Celebration, compuesto por John Williams.

Fantasmas de la Fuerza en 1983 y en 2004.

En 1997 se añadieron unas breves tomas de Coruscant, Ciudad Nube y Mos Eisley celebrando la muerte del emperador. Posteriormente, en 2004 se les sumó una toma en Naboo y se incluyeron el Palacio Imperial y el edificio del senado a la de Coruscant. En esa misma edición, Hayden Christensen sustituyó a Sebastian Shaw como fantasma de Anakin Skywalker. Curiosamente, en el primer borrador de la película, El Elegido, Yoda y Obi-Wan también se unían a la celebración, pero lo hacían en carne y hueso.

El día después

En el nuevo canon, Han y Leia se casaron en Endor (historia que desarrolla en mayor profundidad en la novela La Princesa y el Bribón) en los días posteriores a la batalla y 1 año y 4 días después daban la bienvenida a su hijo, Ben Solo. Por su parte, Luke Skywalker emprendía un viaje en busca de conocimiento para reconstruir la Orden Jedi. Tal y como desarrolla la trilogía de Consecuencias, el Imperio no cayó inmediatamente después de la muerte del emperador. La Guerra Civil Galáctica se alargó hasta un año después, cuando, tras la derrota imperial en Jakku, Mon Mothma y Mas Amedda firmaron el Concordato Galáctico, cuyos términos declaraban la rendición del Imperio y la cesión de Coruscant a la Nueva República. En Legends, el conflicto se alargaba mucho más en el tiempo, pues la paz no se alcanzaba hasta el 19 DBY.

Coruscant en la edición especial de 2004.

Secuelas

La novelización de la película salía a la luz el 12 de mayo de 1983, mientras que la adaptación al cómic era publicada en julio de ese mismo año. Además, el estreno vino acompañado de toneladas de merchandising, figuras y juguetes promocionales. La primera secuela (precuela, más bien) llegaría en 1984 con el lanzamiento de La caravana del valor, una película hecha para la televisión protagonizada por los ewoks. En 1985 le seguirían Ewoks: la batalla por Endor y la serie de animación Ewoks.

La historia de los protagonistas de la película continuó al fin en 1991 con la publicación de la novela Heredero del Imperio. En 1995 era el turno de la antología Relatos del Palacio de Jabba, una colección de historias centrada en los personajes de fondo que vemos en la película. Ya para terminar, 1996 marcaba el lanzamiento de Sombras del Imperio, un proyecto multimedia que sirve como precuela directa.

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