En La venganza de los sith, Darth Sidious logró la ansiada victoria para los sith al derrocar a los jedi y proclamarse emperador. Al hacerlo, culminó un plan del cual formaron parte decenas de generaciones de señores oscuros. El arquitecto de dicha fórmula maestra fue Darth Bane, quien casi 1000 años antes de la fundación del Imperio reorganizó la Orden Sith bajo la Regla de Dos.
Darth Bane fue mencionado por primera vez en la novelización de La amenaza fantasma y su historia se desarrolla en su propia trilogía de novelas. Dichas obras actualmente forman parte de la cronología de Leyendas, pero el personaje y su legado siguen siendo canon debido a su breve aparición en The Clone Wars. En esta ocasión, repasamos la vida de este señor oscuro y analizamos los fundamentos de su famosa doctrina.
El origen de la leyenda
Alrededor del 2000 ABY, el antiguo jedi Darth Ruin inició una nueva cruzada contra la República que recibió el nombre de las Nuevas Guerras Sith. Dicho conflicto entre las fuerzas del bien y del mal se alargó durante mil años y pasó por varias fases en las que fueron tan comunes los enfrentamientos entre los sith y los jedi como entre los propios sith. Para salir de este punto muerto, el lord sith Skeere Kaan reorganizó la orden bajo la Hermandad Oscura durante la última década del conflicto, marcada por sus encarnizadas batallas contra el Ejército de la Luz.
Nacido con el nombre de Dessel en el 1020 ABY, Bane creció en un mundo minero llamado Apatros. No tuvo una juventud complicada, pues pasaba horas trabajando bajo condiciones muy duras en la mina y a menudo era humillado por su padre, a quien mató a través del lado oscuro sin saberlo. Su vida cambió radicalmente cuando se vio envuelto en una pelea, provocada por una partida de sabacc, con un oficial de la República. Acabó asesinando a su contrincante, y, en un intento de evadir las consecuencias, escapó a territorio sith, donde se unió a la Hermandad Oscura.
Su poder físico, su descaro y sus habilidades en la Fuerza lo hicieron progresar rápidamente hasta formar parte de una unidad de élite conocida como los Caminantes de las Tinieblas. Sus hazañas durante la Batalla de Phaseera llamaron la atención de lord Kopecz, quien reconoció su potencial y lo envió a la academia sith de Korriban. Fue entonces cuando adoptó el nombre de Bane, un término que antaño fue símbolo de su debilidad, dado que se lo solía gritar su padre cuando lo maltrataba.
La etapa de Darth Bane en la academia sith estuvo marcada por altibajos. Empezó por todo lo alto, dejando claro su poder ante los demás aprendices y recibiendo lecciones particulares de los profesores de la academia, pero una posterior crisis existencial mermó su conexión con el lado oscuro y le hizo perder su estatus. Logró superar este impasse con la ayuda de Githani, una antigua padawan gracias a la cual recuperó la confianza en sí mismo. Además, durante esta etapa pudo profundizar en su estudio de la historia y la filosofía de los sith, algo a lo que los señores oscuros de su tiempo, sumergidos en una era de guerra, no le daban demasiada importancia.
En los relatos antiguos se percató de que la Hermandad Oscura no había hecho más que debilitar a los sith. Históricamente, varias generaciones de señores oscuros armaron un ejército en pos de derrocar a la República, pero su empresa estaba condenada al fracaso. Esto se debía, principalmente, a que los sith, por su naturaleza, siempre se veían sumergidos en luchas internas que acababan mermándolos. El líder de la hermandad, el ya mencionado Skeere Kaan, trató de evitar dicho problema profesando la igualdad entre sus filas. De esa forma, los señores oscuros ya no tendrían que luchar entre sí. Incluso promovió la eliminación del título de Darth para enfatizar su punto. Sin embargo, esto iba totalmente en contra del Código de los Sith, según el cual los fuertes toman el poder.
Esta idea que empezaba a formularse en la cabeza de Bane le fue corroborada durante un viaje al Valle de los Señores Oscuros, en el cual pudo sentir que el lado oscuro no era tan poderoso como antaño en Korriban. Por ese motivo, decidió abandonar la Hermandad Oscura, adoptar el título de Darth, y buscar el conocimiento necesario para devolver a los sith al lugar que les correspondía. Con ese propósito viajó a Lehon, un mundo de las Regiones Desconocidas poderoso en el lado oscuro. En un templo construido por los antiguos rakata, encontró un holocrón creado por el mismísimo Darth Revan, del cual adquiriría unas enseñanzas que marcarían tanto su futuro como su legado. Esto es lo que decían sus palabras:
“El lado oscuro ofrece poder por el bien del poder. Debes ansiarlo. Codiciarlo. Debes ansiar el poder entre todo lo demás sin reservas o dudas. Por su verdadera naturaleza, el lado oscuro invita a la rivalidad y al conflicto. Esta es la mayor fuerza de los sith: sacrifica a los débiles de nuestra orden. Aún así, esta rivalidad puede ser también nuestra mayor debilidad. Cualquier maestro que instruye a más de un aprendiz en los caminos del lado oscuro es un imbécil. En su momento los aprendices unirán sus fuerzas y superarán al maestro. Es por eso por lo que cada maestro debe tener un solo estudiante. Es por eso que debe haber un solo lord oscuro. Los sith deben ser liderados por un solo líder: la misma personificación del poder del lado oscuro.”
En base a las lecciones de Revan y a sus estudios en la academia, Bane formuló una doctrina para asegurar el éxito de los sith, según la cual la orden se reconvertiría en un linaje de maestros y aprendices. Hablamos de su famosa Regla de Dos: «solo pueden haber dos, un maestro y un aprendiz; uno para encarnar el poder, el otro para ansiarlo».
Gracias al holocrón de Revan, Bane también encontró la pieza clave para poder establecer su doctrina. Y es que para poder instaurar la Regla de Dos debía eliminar al resto de señores oscuros. La bomba de pensamiento, un antiguo ritual capaz de acabar con la vida de todo ser sintiente a kilómetros de distancia, podía cumplir muy bien esa función. Sin embargo, antes de poder poner su plan en marcha, tuvo que sobrevivir a dos intentos de asesinato perpetrados por miembros de la Hermandad Oscura. El primero de ellos fue perpetrado por Kassim, el maestro de combate de la hermandad, quien intentó acabar con Bane el Lehon, pero solo cavó su propia tumba. Más tarde, Githany trató de envenenarlo en un apasionado encuentro en Ambria.
Con sus fuerzas renovadas y su propósito claro, Bane se presentó ante las fuerzas de la Hermandad Oscura en Ruusan, donde, pese a sus claras diferencias, Kaan lo aceptó de nuevo entre su gente. Al fin y al cabo, llevaban varias semanas librando sendas batallas contra el Ejército de la Luz y sus filas estaban ampliamente desgastadas. Bane aprovechó esa desesperación que empezaba a reinar entre los sith para engañar a Kaan y convencerlo de llevar a cabo el ritual.
Durante la 7ª Batalla de Ruusan, el líder de la Hermandad convocó a buena parte de sus miembros para llevar a cabo el ritual mientras el resto distraía a los jedi. La detonación Bomba de Pensamiento asesinó a todos los sith, absorbiendo sus almas en una suerte de esfera de energía en la que quedarían atrapadas para toda la eternidad. Gracias a esta jugada magistral, Bane se convirtió en el único señor oscuro y engañó a los jedi, haciéndoles creer que los sith se habían extinguido.
Lo primero que Bane necesitaba para poder establecer su Regla de Dos ya estaba hecho; lo que necesitaba ahora era encontrar un aprendiz. Lo encontró en una niña llamada Rain, quien fue separada de su familia por los jedi y llevada al campo de batalla en Ruusan. El señor oscuro vio potencial en ella después de que la joven, alimentada por la ira, asesinara a un caballero jedi usando la Fuerza. Deseosa de dejar atrás su antigua vida, Rain aceptó seguir las enseñanzas de Bane y adoptó el nombre de Darth Zannah.
La Regla de Dos y el Gran Plan de los Sith
Bane entendió que la traición formaba parte de la naturaleza de los sith. Al fin y al cabo, los sith codician el poder, y una forma sencilla de aumentarlo consiste en usurpar la posición de aquellos seres superiores en jerarquía. Por lo tanto, dos aprendices ambiciosos podían unir fuerzas para derrocar a un líder más poderoso y ocupar su lugar. Sin embargo, estos dos individuos serían más débiles que su predecesor, lo cual debilitaría a la orden en sí.
Como ya hemos dicho, Bane puso fin a esta enfermedad que amenazaba con extinguir a los sith con su famosa Regla de Dos. En base a esta, el lado oscuro estaría concentrado en dos individuos, por lo que el aprendiz solo podría derrotar al maestro en caso de ser más fuerte que él una vez lo hubiera aprendido todo. De lo contrario, el aprendiz sería eliminado y el maestro buscaría un nuevo sucesor digno. De esta forma, los sith serían más poderosos con cada generación.
Ya en el pasado los Sith habían sido representados principalmente por dos señores oscuros. Estos fueron los casos de Exar Kun y Ulic Qel-Droma durante la Gran Guerra Sith o el de Darth Revan y Darth Malak en tiempos de la Guerra Civil Jedi. Sin embargo, todos ellos cometieron un error que Bane supo ver. Y es que lo largo de la historia Naga Sadow, Exar Kun, Revan y Darth Ruin habían formado un ejército de seguidores del lado oscuro, atacado de frente a la república y su destino había sido el mismo: el fracaso. De nada servía reunir todo un ejército. Pasase lo que pasase, los sith siempre acababan metidos en luchas internas que debilitaban a la orden.
La Hermandad Oscura planeaba solucionar el problema fomentando la igualdad, pensando que si todos tenían el mismo poder, no tendrían motivos por los que aniquilarse los unos a los otros. Obviamente, esto iba totalmente en contra de su propia filosofía. Además, seguían el mismo destino que sus predecesores al emprender una guerra a gran escala contra los jedi. Bane además tenía una visión particular del lado oscuro según la cual lo comparaba con el veneno: A medida que es vertido en distintas copas, va perdiendo potencia progresivamente hasta el punto de solo hacer cosquillas. En cambio, si se concentra en un solo frasco, tendrá el poder suficiente como para matar a un dragón krayt. Ese es era secreto de la Regla de Dos: el poder del lado oscuro debía ser concentrado en un solo maestro que decidía cómo usarlo.
Bajo la nueva Regla de Dos, los sith pasaron a operar en secreto, alimentando la creencia de que su historia había finalizado en Ruusan. En pos de no delatar su existencia, empezaron a actuar a través de terceros que desconocían su verdadera naturaleza. Así pues, Bane empezó a tejer una red de contactos en la clandestinidad formada por criminales, políticos o empresarios a los que poder manipular para ir influyendo en el curso de los eventos galácticos. Movimientos como los de fomentar rebeliones separatistas, a las cuales financiaban mediante su riqueza acumulada, fueron una tónica habitual entre los sith de su linaje. De esa forma obligaban a los jedi y a la República a malgastar recursos en esas nuevas amenazas, lo cual a su vez dejaba a los sith fuera del foco de atención. A esto se le conocía como el Gran Plan de los Sith, una fórmula para debilitar a la orden a lo largo de siglos hasta que pudieran dar el golpe final y asumir el control de la galaxia.
La Regla de Dos también permitía tener a su alcance a mercenarios o asesinos que hicieran el trabajo sucio en caso de ser necesario. Estos podían ser útiles para eliminar a seres influyentes que se interpusieran con sus intereses o bien para silenciar a algún cabo suelto. Aunque si el asunto se iba un poco de las manos quizá se vieran obligados a pasar a la acción en primera persona. Eso fue lo que ocurrió cuando un grupo de jedi siguió a Zannah hasta Tython, tras lo cual ambos sith tuvieron que orquestar un engaño mediante un señuelo en pos de convencer a la orden de que la amenaza había sido erradicada.
La sucesión
El hecho de elegir a un aprendiz digno era clave para preservar la supervivencia de los sith. Una vez lo hubiera aprendido todo, el discípulo debía demostrar ser más fuerte que su maestro y tomar su lugar en pos de aumentar el poder de la orden con cada generación. Obviamente, si fracasaba en el intento, el maestro debía reemplazarlo por otro que demostrara el potencial suficiente.
Ya desde el momento en el que la reclutó, Bane puso mucho esfuerzo en asegurarse que Zannah fuera un aprendiz digna. Sin ir más lejos, cuando solo era una niña la envió durante dos semanas al mundo hostil de Onderon para comprobar si era capaz de sobrevivir por su cuenta. Sin embargo, empezó a dudar de su valía a medida que fue envejeciendo y su pupila seguía sin usurpar su posición, pues pensó que estaba esperando a que la edad lo convirtiera en una presa más sencilla. Por ese motivo se empeñó en dominar el ritual de la transferencia de esencia, el cual aprendió gracias al holocrón del difunto Darth Anddedu. Hay que aclarar que su objetivo no era vivir para siempre, si no poder prolongar su vida lo suficiente como para poder adiestrar a un sucesor digno.
20 años después de la Batalla de Ruusan, finalmente Zannah lo retó en su antiguo campamento de Ambria. Pese a que físicamente era más fuerte, Bane acabó sucumbiendo ante la brujería sith de su aprendiz. En última instancia, el señor oscuro intentó transferir su esencia al cuerpo de Zannah, pero la férrea voluntad de esta le impidió completar el ritual, demostrando que, al fín y al cabo, sí era una sucesora digna.
Darth Zannah encontró a su aprendiz en la figura de Darth Cognus, una mercenaria iktochi que intentó asesinar a su maestro y Bane, fascinado por su habilidad, ya había seleccionado como potencial remplazo de Zannah. Eventualmente, Cognus acabó con su maestra, continuando así con la Regla de Dos.
El legado de Darth Bane
Los sith del linaje de Bane continuaron trabajando en el Gran Plan bajo las directrices de su creador, aunque surgieron algunos contratiempos que entorpecieron su progreso. Por ejemplo, Darth Cognus se vio obligada a encontrar otro aprendiz tras la rebelión de Darth Millenial, quien no le veía utilidad a la Regla de Dos y fundó su propia secta.
Alrededor del 500 ABY, parte del esfuerzo de los siglos anteriores se perdió por culpa de Darth Gravid, quien pensó que los sith debían alejarse del lado oscuro y abrazar algunas de las costumbres de los jedi. Eventualmente, intentó destruir parte del conocimiento reunido por sus predecesores, pero en última instancia fue detenido por su aprendiz, Darth Gean.
Sobre el 181 ABY, la existencia de los sith estuvo a punto de ser revelada a través de Kibh Jeen, un antiguo padawan que cayó al lado oscuro tras ser enviado a explorar un templo sith junto a su maestro. Varios años después de ese suceso, Jeen se convirtió en un señor de la guerra y tuvo que ser detenido por los jedi, quienes lo acabaron ejecutando. En su último aliento, el ex-padawan reveló la supervivencia de los señores oscuros mediante la famosa doctrina, pero sus verdugos tomaron sus palabras por delirios provocados por el lado oscuro. Realmente esto acabó jugando a favor del plan de Bane, pues no hizo más que aumentar la confusión de los jedi y convertir a los sith en un tema tabú entre sus filas.
Alrededor de un siglo antes de las Guerras Clon, Darth Tenebrous violó la Regla de Dos al entrenar a dos discípulos por separado, a Darth Plagueis, su legítimo aprendiz, y a Darth Venamis. Planeó enfrentarlos a ambos entre sí, aunque eso sucedió después de que Plagueis acabara con su vida. Más tarde, el muun conoció y derrotó a Venamis, a quien usó como conejillo de indias para sus experimentos.
La fase final del Gran Plan llegó durante el reinado de Plagueis, quien jugó a la perfección sus cartas para colocar a su aprendiz, Darth Sidious, en las altas esferas de la política galáctica. Además, ambos estuvieron detrás de numerosos conflictos y eventos que sembraron las semillas de las futuras Guerras Clon.
Con la victoria tan cerca, el muun llegó a pensar que con ellos terminaba la Regla de Dos, pues una vez en el poder la doctrina carecería de sentido. Además, Plagueis planeaba encontrar la fórmula de la vida eterna a través de la manipulación de los midiclorianos. Sin embargo, Darth Sidious lo asesinó en la víspera de su elección como canciller. Pocos años después, tras el estallido de las Guerras Clon y el posterior exterminio de los jedi en la Orden 66, Sidious culminó el plan de Bane al alzarse como emperador.