‘Ahsoka’: #1×08 «The Jedi, The Witch, and The Warlord» curiosidades y guiños

La primera temporada de Ahsoka llega a su conclusión con un último episodio trepidante dirigido por Rick Famuyiwa. En sus 46 minutos nos ha dejado escenas para el recuerdo, momentos de una alta carga emocional, y varios guiños que vale la pena analizar en profundidad. Su final nos deja con varias preguntas sin respuesta y con tramas abiertas que prometen seguir desarrollándose en un futuro, ya sea en una hipotética segunda temporada, aún por anunciar, o en otras series ambientadas en la época. De ellas, la próxima en llegar será Skeleton Crew, aún sin fecha de estreno.

Como siempre, antes de desengranar el episodio de esta semana, os recomendamos echarle un vistazo a nuestro análisis anterior.

¡Alerta Spoilers!

El legado de Talzin

Klothow le planta a Morgan Elsbeth unas marcas faciales mediante su magia. El patrón de estas es muy similar al de las que lucen las tres grandes madres y a las que en su día identificaron a las brujas líderes del clan de Dathomir, como Zalem o Talzin. Tanto las Hermanas como los Hermanos de la Noche reciben varios tatuajes por todo su cuerpo a modo de ritual de iniciación, los cuales les sirven para identificarlos como hijos de Dathomir. En el caso de los machos, sabemos que estos se imprimen es su piel mediante una tinta cuyo ingrediente principal es el mushling, una planta nativa de Dathomir, pero hasta ahora no sabíamos cómo recibían los suyos las hembras. El hecho de que los que recibe Morgan sean similares a los de las brujas de alto rango sugiere que son un reflejo de su compromiso o de sus hitos logrados en favor de la hermandad.

La Espada de Talzin.

Las brujas le entregan a Morgan lo que afirman que es la espada de Talzin. Se trata del arma que empuñó la bruja para enfrentarse a Mace Windu en Zardossa Stix, cuando el maestro jedi y Jar Jar Binks trataron de impedir su ritual para sacrificar a la reina Julia de Bardotta. Dicha espada es forjada mediante el icor espiritual, y como todas las armas imbuidas en la magia de las Hermanas de la noche, puede resistir la hoja de un sable de luz.

De maestros a aprendices

Ezra construye un nuevo sable de luz cuya empuñadura es idéntica a la de su maestro, Kanan Jarrus, y emite una hoja de color azul, como la de su primer sable destruido por Vader en Malachor. Se trata de su tercer sable, pues el segundo que construyó, de hoja verde, es el que ahora empuña Sabine. Su nueva arma la construye bajo la supervisión del profesor Huyang, quien sirvió a la Orden Jedi guiando a sus iniciados en la creación de sus sables de luz, cuyas empuñaduras almacenaba en su base de datos. Precisamente, uno de sus cientos de miles de alumnos fue Kanan, aunque por aquel entonces usaba el nombre de Caleb Dume. Según la enciclopedia Star Wars: Timelines, su origen data del 25.020 ABY, por lo que en Ahsoka cuenta con unos 25.030 años.

Ezra construye un nuevo sable en homenaje a su maestro.

Huyang menciona que la Noche de las Mil Lágrimas, en la cual el Imperio arrasó la superficie de Mandalore, tuvo lugar hacia el final de la Guerra Civil Galáctica, por lo que probablemente ocurrió entre el 4 y el 5 DBY. Fue ese evento lo que provocó la separación entre Ahsoka y Sabine Wren. Sin embargo, ahora la togruta promete apoyar a su padawan de la misma forma en la que su maestro creyó en ella incluso en los momentos en los que nadie más lo hizo. Eso fue lo que ocurrió cuando Ahsoka fue acusada del bombardeo del Templo Jedi, siendo Anakin quien logró probar su inocencia cuando todo el mundo la consideraba culpable.

Muertos vivientes

Ezra, Sabine y Ahsoka usan la maniobra espada y escudo, la cual consiste en el bloqueo de los disparos procedentes del enemigo por parte de los jedi mientras los tiradores cubiertos responde al fuego. Dicha táctica fue creada por los jedi y los clones en las Guerras Clon, y Kanan, Ezra y Rex la emplearon en Rebels durante su enfrentamiento con los droides en Agamar. Posteriormente, las grandes madres reviven a los soldados caídos entonando un conjuro conocido como el cántico de resurrección, un echizo que tenía la función de devolver a la vida a las hermanas muertas para servir al clan en forma de zombis. En The Clone Wars, la chamán Daka lo entonó para formar el Ejército de Muertas y así defender al clan durante la Batalla de Dathomir. Posteriormente, Merrin lo usó en Jedi: Fallen Order para enfrentar a Cal Kestis.

La Batalla de Dathomir: Las Hermanas de la Noche luchan junto a sus muertos para hacer frente a los droides.

De la misma forma que en Rebels, Thrawn tiene a su disposición a varios soldados de la muerte, los cuales, al igual que en Rogue One, empuñan fusiles bláster E-11D, fabricados por industrias BlasTech. En otros productos como Thrawn: Traición vimos que eran soldados humanos pertenecientes a otros cuerpos de élite reclutados por Inteligencia Militar para proteger a los altos cargos del Imperio. Sin embargo, en Ahsoka está claro que estos soldados de la muerte también son zombis, aunque aparentemente son distintos a los revividos por las Hermanas de la Noche.

Soldados de asalto transformados en zombies. Imagen de Jeffery Carlisle para la Star Wars Celebration de 2012.

Es evidente que estos zombis son un claro guiño Las tropas de la muerte, una novela protagonizada por Han Solo y Chewie en la cual deben escapar de una barcaza prisión cuyos soldados fueron convertidos en zombis tras ser infectados por el virus Ala Negra, el cual el Imperio planeaba convertir en bioarma. Dicho patógeno, creado por el lord sith Darth Scabrous casi 4000 años antes, tomaba el control de los cadáveres de sus huéspedes, que pasaban a ser movidos por el objetivo de alimentarse de la carne de los seres vivos y propagar la enfermedad. Curiosamente, la guía visual de Rogue One revela que el nombre de los soldados de la muerte proviene de un proyecto rumoreado de la División de Investigación de Armas Avanzadas diseñado para reanimar el tejido necrótico, haciendo referencia a la trama mencionada.

La amenaza se alza

Thrawn se dirige a Ahsoka como una Ronin, un término usado en el Japón feudal para referirse a un samurái errante, sin hogar o señor al que servir. La figura del Ronin era habitual en las películas de Kurosawa. Buen ejemplo de ello es Sanjuro, en quien Ahsoka guarda cierta inspiración. Una vez en la galaxia conocida, el primer planeta visitado por el Quimera es Dathomir, un mundo de especial importancia para las Hermanas de la Noche. Su hangar del está repleto de ataúdes, no sabemos si pertenecientes a brujas muertas o soldados de asalto caídos. Lo que está claro es que dichos muertos serán una pieza clave del plan de Thrawn.

Llegada del DSI Quimera a Dathomir.

Thrawn considera que con su regreso logrará llevar la seguridad a la galaxia. Hay que tener en cuenta que el chiss se unió al Imperio para juzgar su potencial como posible aliado de la Ascendencia ante la amenaza de la Hegemonía Grysk, a la cual ya se había enfrentado en las Regiones Desconocidas. Algo similar ocurrió en Legends, pues creía que solo una galaxia unida sería capaz de resistir a una invasión de los yuuzhan vong, y ni la República ni la Nueva República estaban capacitadas para ello. Es decir, Thrawn no es un creyente del Imperio como tal. Sin embargo, ahora que Palpatine está fuera del tablero y no hay un líder claro, puede tomar el mando y usarlo para cumplir su propósito.

Seres superiores

En Peridea, Ahsoka vuelve a ver a Morai, la convor que la acompaña desde que Anakin la devolvió a la vida en Mortis usando el último aliento de la Hija. Todo apunta a que la criatura está vinculada a dicho ser mitológico. De hecho, aparece representada junto a ella en el mural del templo jedi de Lothal, y cuando Ahsoka la reconoce en el Mundo Entre Mundos de fondo se puede escuchar un eco de la Fuerza con la frase “Soy Hija”. Podemos decir que, desde lo ocurrido en Mortis, Morai sirve como una suerte de guardiana de la togruta, pues ha estado presente en algunos momentos clave de su vida. Estuvo en el siniestro del Tribunal tras la Orden 66, en su duelo contra Vader en Malachor y en el Mundo Entre Mundos, donde precisamente guio a Ezra para que la salvara.

Y hablando de los dioses de Mortis, Padre, Hijo e Hija aparecen representados en la montaña sobre la que se encuentra Baylan. Se trata de unos seres mitológicos residentes en el reino de Mortis que poseían una conexión única con la Fuerza. El Hijo y la Hija eran una suerte de avatares del lado oscuro y el luminoso respectivamente, y el Padre debía mantener el equilibro entre ellos, pues sus enfrentamientos tendrían repercusiones fatales en la galaxia. En principio, el Padre era un ser inmortal, pudiendo solo morir al ser atravesado por la Daga de Mortis. Con los Hijos ocurría algo similar, con la diferencia de que si el padre moría ellos se volvían vulnerables. En The Clone Wars, el Padre atrajo a Ahsoka, Anakin y Obi-Wan a Mortis para convencer al Elegido de que tomase su lugar. Sin embargo, Skywalker rechazó la responsabilidad y eventualmente las rivalidad entre el Hijo y la Hija acabó con la muerte de los tres seres superiores.

Los dioses de Mortis.

Por cierto, el lugar hacia el que señala la estatua del Padre guarda cierto parecido con la región montañosa de Mortis en la que se encontraba el Monasterio del Padre, que además emitía una baliza similar a la que ve Baylan. No sabemos qué misterios esconderá el lugar, pero es evidente que guarda una fuerte conexión con los dioses de Mortis.

Regreso a casa

10 años después de su partida, Ezra se reúne con Hera en la Nave Uno, a la cual llega en una lanzadera clase Eta, fabricada por Talleres Espaciales Cygnus. Este modelo fue usado por el Cuerpo de Embajadores de la República y la Orden Jedi durante las Guerras Clon. Además, es el mismo tipo de nave con en el que viajan Baylan y Shin en la serie.

Anakin Skywalker, el Elegido.

La temporada cierra con un plano de Anakin Skywalker, esta vez presente como fantasma de la Fuerza. Tras El Retorno del Jedi, en el nuevo canon solo se había manifestado como tal en la miniserie de cómics Star Wars Adventures: Ghosts of Vader’s Castle y en la novela Sombra de los Sith, en la que se aparece ante Luke. En Legends, también llegó aparecerse ante Leia, concretamente en La tregua de Bakura, en un intento de conseguir el perdón de su hija.

¡Hilo! ‘Ahsoka’ #1×07

 

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